Ybarra: el enésimo revés para Sevilla

Las grandes empresas sevillanas viven un particular ‘annus horribilis’ mientras medianas y pequeñas firmas de la provincia despuntan en diversos sectores

23 jul 2016 / 20:49 h - Actualizado: 23 jul 2016 / 22:51 h.
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  • Un trabajador deambula por el entorno de la fábrica nazarena de Ybarra que quedó calcinada el sábado pasado tras un incendio. / José Luis Montero
    Un trabajador deambula por el entorno de la fábrica nazarena de Ybarra que quedó calcinada el sábado pasado tras un incendio. / José Luis Montero

El contexto político y económico mundial no está para tirar cohetes y la crisis cambió a los protagonistas de la fiesta –el desplome de las constructoras es un ejemplo–, pero lo cierto es que en el tejido empresarial sevillano las grandes figuras se caen del cartel mientras surgen otras, medianas firmas, que son referentes ya en sus sectores. Por diversas causas, la fiesta se torció para referentes hispalenses, empezando por Abengoa e Ybarra, pero hay más.

La iniciativa Sevilla World presentó el pasado día 5 un informe con las 40 empresas sevillanas que marcan tendencia. Son firmas nacidas antes o durante la crisis que crean empleo, de primer nivel del liderazgo mundial y cuyo mercado es global, con un alto grado de innovación e internacionalización y de diversos sectores, desde nanotecnología hasta de ocio, big data o alimentación. En dicha lista, sólo aparecían dos grandes: la ingeniería Ayesa y la constructora Azvi, que han sabido, gracias a la internacionalización, sortear la crisis del país.

Sin embargo, la industria sevillana ha recibido en los últimos tiempos bastantes mazazos. Desde el accidente mortal del avión militar A400M de Airbus y las posteriores dudas por los fallos en el programa europeo, hasta el preconcurso de acreedores de la única multinacional hispalense que cotizaba en el Íbex 35, Abengoa. Además, ahora se suma otro golpe, el incendio en la planta nazarena de Ybarra. Y sin olvidar las que se fueron de Sevilla tras la irrupción de la dura crisis: Puleva, Roca, Danone, Panrico o Cargill...

En el caso de Abengoa, los sindicatos estiman que la pérdida de empleo, por ahora, alcanza los 700 puestos de trabajo, mientras que en Ybarra se aplicará un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) para la totalidad de la plantilla, cerca de 250 trabajadores mientras se construye la nueva factoría. Entre 12 y 18 meses se han dado de plazo para que la firma agroalimentaria renazca de las cenizas.

Igual que quiere resurgir la nueva Abengoa, eso sí, un 50 por ciento más pequeña en términos de beneficio bruto de explotación (Ebitda) cuando supere el preconcurso de acreedores, lo que podría materializarse tras el verano con una ampliación de capital que cierre el proceso de reestructuración. El objetivo que se ha marcado pasa por lograr un acuerdo «que permita en cinco años recuperar el valor que la compañía tenía» antes de que se desatara su particular crisis. ¿Cómo sería eso posible? Tratando de retomar la cartera récord de proyectos con la que contaba, una vez que se disipen las dudas, porque «el oficio y la tecnología siguen estando ahí».

Y si Abengoa era líder en energías renovables, Ybarra lo es en el sector agroalimentario. El 25 por ciento de la mayonesa que se fabrica actualmente en España procede de esta marca, inicialmente dedicada al aceite, pero que hoy cuenta con una enorme variedad de productos. Es, además, la primera empresa aceitera de capital español junto con La Masía, otra de las marcas del mismo grupo empresarial.

Pero no todo es agroalimentación en la provincia. Siderúrgica Sevillana, radicada en Alcalá de Guadaíra, facturó 280 millones de euros en 2015, siendo uno de los referentes industriales de Sevilla. Sin embargo, estos números reflejan que su facturación cayó un 12,5 por ciento el pasado año y que perdió 4,1 millones (frente a los 6,8 millones del ejercicio anterior). Las ventas se resienten por la menor producción y los precios en un mercado globalizado que beneficia a unos y perjudica a otros. En el caso de Siderúrgica, está atravesando unos malos años pero se mantiene en una provincia que, además, no atiende sus peticiones, como el dragado de profundización de la vía navegable del Guadalquivir.

«2015 ha sido un año malo pero mejor que el anterior», resume Ignacio Carrillo de Albornoz, consejero delegado, quien recuerda la caída de los precios por el parón de la construcción en España, el exceso de producción en Europa, la competencia «brutal» en los mercados internacionales –en los que se ha volcado la firma desde 2009– y la distorsión que está generando China con el excedente de su consumo interno que destina a la exportación. Un contexto global en el que las grandes empresas deben sobrevivir con el Brexit y crisis como la turca.