Zonas verdes bajo el control de los drones

El proyecto UAV Green de Sando, financiado por CTA, permitiría un ahorro del 10% en la conservación de parques

31 ene 2017 / 08:00 h - Actualizado: 30 ene 2017 / 22:34 h.
"Tecnología","Medio ambiente","Empresas","Innovación"
  • El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, en la presentación del proyecto en la feria URVE. / El Correo
    El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, en la presentación del proyecto en la feria URVE. / El Correo

Cuánto hay que regar, dónde, qué zonas hay que fumigar y cuáles no, dónde hay riesgos de inundación o de sequía... Las zonas verdes urbanas son un gran quebradero de cabeza para los ayuntamientos porque la conservación y el mantenimiento son complicados y costosos. Por eso se ha iniciado una investigación para que sean los drones los que aporten toda la información necesaria para abaratar los costes que conllevan los parques y los jardines. Nada de inspeccionar a pie miles de hectáreas. En un futuro se hará por el aire, en menos tiempo y de forma más cómoda. El ojo lo pone el dron.

El grupo de empresas Sando, a través de su filial en medio ambiente Althenia, junto con la Universidad de Málaga y la empresa Nadir, ha puesto en marcha un estudio de viabilidad técnica, bautizado como UAV-Green, para la conservación de parques y jardines empleando drones. El proyecto cuenta con financiación de la Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA). En la presentación del proyecto, en la feria URVE de Sevilla, ya se proyectaron imágenes de estos drones sobrevolando parques hispalenses.

UAV-Green persigue incorporar nuevas tecnologías a la gestión de las zonas verdes que permitan una conservación más eficiente, segura, exhaustiva y que suponga un ahorro económico, según informó la compañía malagueña. En la actualidad los servicios de parques y jardines en las ciudades suponen un elevado coste que podría reducirse hasta en un 10 por ciento con este proyecto, según sus responsables.

El estudio combina el uso de drones, en los que la empresa Sando posee una dilatada experiencia, con el empleo de cámaras de imagen térmica, sensores multiespectrales y programas informáticos para procesar los datos relevantes que aportan estos sistemas.

La fusión de esta tecnología permite la clasificación del terreno y la generación de mapas temáticos que favorecen el estudio de parámetros esenciales como la cantidad de agua contenida en un terreno, el estado de la vegetación o la existencia de enfermedades, explican.

Los sensores embarcados en drones captan información a umbrales que no son percibidos por el ojo humano y que posibilitan la detección precoz de plagas, de estrés hídrico o de riesgo de inundación. Esta información se detecta prácticamente en tiempo real y permite desarrollar una gestión «más rápida, efectiva y global del terreno», defienden sus creadores.

El responsable técnico de Edificación y Obra Civil de CTA, Carlos García, destaca que el proyecto UAV Green «es un paso más en la aplicación de las últimas tecnologías para la obtención de información relevante para la gestión de zonas verdes y la prestación de un servicio de conservación completo de manera eficiente y sostenible». Hay que recordar que la Corporación Tecnológica de Andalucía ha financiado a Sando diversos proyectos y estudios de viabilidad de I+D+i en áreas de innovación como aplicación de drones a obra civil o a la gestión de zonas costeras, mejoras en las obras de conservación de entornos urbanos o sensórica dedicada al mantenimiento y gestión de vías ferroviarias, entre otras.

Conseguir obras menos contaminantes y más sostenibles es uno de los principales objetivos de los departamentos de I+D de las empresas del sector de la edificación y la obra pública. Es el reto pendiente para estos profesionales y, al tiempo, un deseo generalizado entre los ciudadanos que padecen las obras en plena calle. Por eso Sando, a través de su empresa especializada en conservación, Conacon, y con financiación de la Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA), acabó recientemente un estudio de viabilidad técnica, denominado Genesi, para desarrollar la conservación de las ciudades –las obras de mejora en pleno viario urbano– sin dejar «huella en el ecosistema».

¿Cómo? Utilizando grupos electrógenos silenciosos y no contaminantes en obras de conservación en entornos urbanos. La filial de Sando ha estudiado las necesidades energéticas de la maquinaria empleada en conservación urbana y las alternativas para implantar grupos electrógenos propios sin carburantes fósiles.

Durante los seis meses que ha durado el proyecto, se han evaluado los distintos tipos de baterías existentes en el mercado, atendiendo a sus características de densidad energética, autonomía, tamaño, peso y materiales, como las de litio con cobalto, titanio y litio de polímero, entre otras.