¿A qué espera, presidente?

CONTRACRÓNICA. El Sevilla está muerto y sus dirigentes no se han atrevido a proporcionarle el revulsivo que necesita para no firmar un fracaso estrepitoso en esta liga. Una semana perdida, otra más, y ahora ya sin parapetos que valgan para Pepe Castro y su consejo.

28 abr 2018 / 00:53 h - Actualizado: 28 abr 2018 / 00:56 h.
"Fútbol","Primera División"
  • Mudo Vázquez se anticipa por alto a Coke en una acción de ataque del Sevilla, que erró ocasiones claras.
    Mudo Vázquez se anticipa por alto a Coke en una acción de ataque del Sevilla, que erró ocasiones claras.
  • Nolito lanza un centro presionado por el exsevillista y excapitán del Sevilla Coke, que ayer firmó con su equipo la salvación.
    Nolito lanza un centro presionado por el exsevillista y excapitán del Sevilla Coke, que ayer firmó con su equipo la salvación.
  • xx
    xx
  • Sandro, que salió en el tramo final del choque, trata de centrar la pelota presionado por Coke. El canario salió por Nolito y lo intentó sin éxito.
    Sandro, que salió en el tramo final del choque, trata de centrar la pelota presionado por Coke. El canario salió por Nolito y lo intentó sin éxito.
  • Vincenzo Montella da órdenes desde la banda. El técnico italiano sigue en la cuerda floja tras una derrota que deja a su equipo fuera de los puestos europeos.
    Vincenzo Montella da órdenes desde la banda. El técnico italiano sigue en la cuerda floja tras una derrota que deja a su equipo fuera de los puestos europeos.

El Sevilla ha perdido una semana más y puede costarle muy caro, mucho más que el despido de Vincenzo Montella. Cuando concluya esta jornada estará ya fuera de puestos europeos y por si alguien tenía alguna duda, ante el Levante no sólo no hubo reacción y un paso adelante del equipo, sino que fue toda una declaración de que, o alguien llega y zarandea el árbol, o acabará firmando el más estrepitoso de los fracasos en esta liga.

Son días de surrealismo. A Montella, supuestamente, lo protege un director deportivo cesado en diferido, la cabeza de turco que ofreció Pepe Castro y su consejo como si de un coliseo romano se tratara. Sangre para el pueblo, cuando en realidad, lo que se le exigía era que tomara una solución para cerrar la herida de un equipo que se desangra. Montella sigue por Óscar Arias y un informe que le concede aún el beneplácito de la plantilla, esa en la que el técnico italiano no ha confiado durante semanas, en las que ha exprimido siempre a los mismos futbolistas hasta dejarlos hechos unos zorros, sin fuerzas en las piernas y con la cabeza destrozada por el impacto del ridículo en la final de Copa. Las mejores alforjas para afrontar una situación tan delicada, con una carga de presión enorme en una temporada que se le está haciendo larguísima.

Detrás de esos informes se parapeta la inacción de un presidente y su consejo que no han sabido reaccionar a tiempo, que no han visto venir la bolita, y que no tendrán más remedio que tomar una decisión ahora que ven que la bola de fuego se les viene encima. Ya no tienen el parapeto del director deportivo ni informe que aguante después de lo que se vio anoche en el Ciudad de Valencia, donde un equipo que luchaba por evitar el descenso le dio un repaso en toda regla.

El Levante firmó la salvación y Montella, su condena, con un toque surrealista, muy acorde con los días que se viven en la entidad, en la sala de prensa: dijo que ve que su equipo hace siempre el mismo partido «y no puede ser». Pues eso, igual que su presidente y su consejo, sin aportar soluciones en plena crisis.

Vincenzo Montella lo dejó meridianamente claro en sus declaraciones tras la derrota ante el Levante. Su equipo repite una y otra vez el mismo partido, poniendo el acento en la incapacidad para materializar las ocasiones.

«En la primera parte lo dimos todo, tuvimos dos o tres ocasiones para marcar y no lo hicimos. El equipo ha intentado ganar pero en el segundo tiempo tuvimos poca lucidez», y subrayó que se ve con fuerzas para sacar adelante la complicada situación, con el equipo fuera de puestos europeos ya con seguridad cuando acabe la jornada.

«Tengo ganas y no puede ser que cada vez hagamos el mismo partido, podemos marcar pero no acertamos, falta el último pase. Veo al equipo unido, no tiene lucidez pero se puede levantar», dijo.

Sobre las soluciones apuntó que «trabajo, trabajo y trabajo, intentarlo e intentarlo para cambiar la situación, pero esto no viene solo, hay que trabajar. Queremos ganar y lo intentamos, estoy triste por la afición y los jugadores pero el fútbol es así y a veces se dan estas situaciones».

Por su parte, Ever Banega admitió que «es un momento difícil el que atravesamos y no hay respuesta, porque nos dejamos todo. Tenemos ocasiones pero no concretamos y ellos nos hacen gol con facilidad». El argentino insistió en que «estamos sufriendo y no queda otra que pelear y acabar la liga con dignidad» logrando la clasificación europea. «Entiendo que la afición esté enfadada pero quedan cuatro partidos y lo vamos a intentar».