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Alo Marín y Keshinro taponan a Sergio de la Fuente durante el partido disputado ayer en el Alameda. / CB Morón (Adrián Castillo Troya)
Habrá quinto partido. El Aceitunas Fragata Morón no logró cerrar la serie de semifinales en su pabellón y ahora tendrá que volver a ganar en el Pisuerga para lograr el sueño de disputar la gran final por el ascenso a LEB Oro. Salvo en los primeros minutos, Comercial Ulsa Valladolid se mostró superior, muy firme y sólido, asentado en la facilidad anotadora de Chatman (26 puntos) y el poderío interior e intimidación de Sidibe (15 rebotes, 5 tapones). Cuando un triple de Sergio de la Fuente dio a los de Paco García su primera ventaja (15-16), ya mandaron en el marcador hasta la bocina final, manejando ventajas de hasta 18 puntos.
Enfrente, Aceitunas Fragata Morón, siempre a remolque, no logró, salvo en contadas fases del partido, contener a los pucelanos con su defensa, demasiado permeable, facilitando dos parciales determinantes, entre el final del primer cuarto y la continuación del siguiente (0-12, 18-28) y tras la vuelta de vestuarios (0-10, 36-52). En ese momento crítico, los hombres de Rafa Rufián sí apretaron atrás, parapetados inicialmente en una zona. Hubo un cambio de intensidad y agresividad que disparó los decibelios en el Alameda, que veía que con un Gaffaney definitivamente en su papel de killer todo era posible (60-66).
Cinco puntos seguidos de Pablo Esteban dieron tranquilidad a Valladolid (62-73), con un Morón que se precipitaba en sus ataques, preso de cierta ansiedad. Aún así, los locales siguieron manteniendo la fe y tuvieron su ocasión, pero el triple de Gaffaney que buscaba el empate (78-81) no encontró la red y Valladolid sentenciaba desde el tiro libre. Así que la serie vuelve a Pucela. El martes, el Aceitunas Fragata Morón buscará la machada.
La otra semifinal también se decidirá mañana martes.Covirán Granada rescató su mejor versión para salvar el match-ball en su contra forzando el quinto encuentro de la serie ante un Zornotza ST (54-65) que no dio su brazo a torcer hasta los compases finales del encuentro. El 5 de 31 (16 por ciento) en triples del conjunto vasco pesó demasiado. Sólo David Iriarte logró dobles dígitos de valoración (14) en los locales, frente a un Covirán que tuvo en la tripleta Bowie (21), Cobos (19) y De Lattibeaudiere (12) la plataforma para la victoria. El martes, resolución en Granada.
FICHA TÉCNICA: