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Mikel Uriz dirige ante David Navarro en el partido de la primera vuelta. / ACBPhoto (F. Ruso) -
El Betis EP sólo está pendiente de ponerle fecha al descenso matemático a LEB Oro, el primero de la entidad desde 1989. Desde la derrota en Zaragoza se dio por vencido, hizo el ridículo ante Baskonia y mejoró su imagen ante el Real Madrid, en partido adelantado de la jornada 33. Así que a los sevillanos les queda un partido menos (2) que a sus competidores, por lo que si hoy enlaza su octava derrota seguida en Santiago de Compostela ya no podrá enjugar la desventaja de dos victorias que le lleva Tecnyconta Zaragoza, antepenúltimo, que desde que superó a los verdiblancos tampoco ha vuelto a ganar. Los aragoneses tienen hoy un complicado partido en Málaga, pero si dieran la sorpresa en el Carpena daría igual lo que hiciese el Betis, que tendría ocho triunfos si gana y los dos primeros fuera del descenso (Zaragoza y Joventut) diez, con un solo partido por jugar, ante Iberostar Tenerife en San Pablo.
Javier Carrasco ha podido recuperar a dos de sus jugadores lesionados, Askia Booker, que abandonó el partido ante el Madrid con un golpe en la zona de la cadera donde se lesionó previamente ante Baskonia, y Alfonso Sánchez, que fue baja ante los de Laso. En cambio no podrá contar con Josep Franch, que sufrió un esguince de tobillo en el WiZink Center. El técnico verdiblanco pretende que su equipo al menos salte al Multiusos Fontes do Sar con la misma actitud que lo hizo ante el líder de la Liga, y que compita hasta el final.
Monbus Obradoiro, alejado de la zona peligrosa (pueto 12 con trece victorias), busca su tercer triunfo seguido, con el objetivo de acabar la temporada en puesto que dé acceso a la Champions League de la FIBA, en principio, entre el octavo y el undécimo, que ahora es Estudiantes, con dos triunfos más. Moncho Fernández tiene la única baja del alero lituano Eimantas Bendzius, con un esguince de tobillo.