El Real Betis Energía Plus busca un milagro, que trasladado a una cancha de baloncesto significa sublimar todos sus recursos a la espera de que el Real Madrid, líder de la Liga Endesa, el gran favorito a conquistar los títulos nacionales y uno de los principales para ganar la Euroliga, no tenga un buen día en San Pablo. La cancha hispalense, que registrará un lleno absoluto, tiene además tradición como terreno abonado para las victorias del equipo blanco, que suma nada menos que catorce consecutivas. Desde el 25 de octubre de 2003 (85-79) no tienen éxito los locales en un duelo muy desequilibrado a priori.
El conjunto verdiblanco, cuyo objetivo es la permanencia, pasa por un momento delicado en su pista, donde acumula tres traspiés consecutivos (UCAM Murcia, Baskonia y Fuenlabrada), en una racha de una victoria (Joventut) en los últimos seis encuentros, que lo ha relegado hasta la antepenúltima plaza, a una victoria del décimo y una más que el penúltimo, en zona de descenso (Joventut).
El Madrid sólo ha perdido uno de los doce partidos que ha jugado en Liga y fue en el Palau Blaugrana. En la Euroliga suma cinco en 14 partidos. Precisamente llega a Sevilla tras ceder en Belgrado ante el Estrella Roja (82-70), en un partido en el que los blancos, que llegaban con las bajas de Maciulis (por lesión, es duda ante el Betis) y Rudy Fernández (por paternidad, estará en Sevilla), fueron superados por la intensidad defensiva de los serbios, en lo que fue una demostración de la fórmula que puede alentar las posibilidades del Betis ante semejante rival. Laso parece que podrá contar también con Luka Doncic, que sufrió una torcedura de tobillo en Belgrado.
De las siete derrotas en todas las competiciones de los blancos, en cuatro su anotación quedó por debajo de los 80 puntos. La defensa no es precisamente un punto fuerte de los de Tabak, que ha demostrado capacidad para hacer grandes partidos ofensivos, pero no defensivos. El reto es gigantesco.