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Anosike y Richotti, en el partido ante Tenerife. / ACB Photo -
El Betis lleva diez jornadas sin despejar la incógnita. ¿Será capaz de elevar el nivel para poder optar a ganar partidos en la Liga Endesa? Ni con Alejandro Martínez ni con Óscar Quintana, hasta ahora, ha logrado utilizar la calidad individual de sus jugadores para conformar un equipo competitivo. Sumó la semana pasada a un nuevo elemento, Rade Zagorac, un joven, novato en la ACB, también con talento, aunque lo trascendente del cambio que necesita el equipo verdiblanco sería que lograra comportarse de una vez como un equipo de alto nivel. Hoy tendrá otra oportunidad y otra dura prueba de fuego.
El triunfo vuelve a cotizar a precio elevado. Llega Monbus Obradoiro, revelación de la liga, cuarto clasificado con siete victorias. Su valor principal es ostentar el segundo mejor registro defensivo (73), mientras que los sevillanos tienen el peor (90). Son 17 puntos que enjugar, y que no van a solucionar, a priori, a través del ataque, donde los de Quintana sólo promedian 72 (74 los gallegos).
La proyección es de un partido a pocos puntos donde cada detalle, cada balón, tendrá un gran peso: en seis de sus siete victorias dejó a su rival en menos de 70 puntos. Y sus tres derrotas han sido ante Valencia, Barcelona y Baskonia, es decir, tres conjuntos de Euroliga, lo cual da idea de su nivel.
Cuenta con dos jugadores que están en varias de las estadísticas individuales de la competición en los primeros puestos, el pívot ucraniano Artem Pustovyi y el escolta estadounidense Mathew Thomas, un debutante. Pustovyi es el mejor taponador (2,7) y tercero en rebotes (6,9), décimo en valoración (15,6); Thomas es el sexto anotador (15,5), cuarto en triples. Además, para el rebote tienen también a Nemanja Radovic, exMurcia, séptimo mejor reboteador (6,20). Fuerte como equipo, y con individualidades determinantes, todo lo que no es ni tiene el Betis hasta ahora.