El Real Betis Energía Plus ha agotado el stock de victorias que le permitía mantener un margen de sosiego al mirar la tabla. La victoria de ayer de Obradoiro sobre Andorra (86-84) deja el descenso a una sola victoria. Cinco derrotas después ha vuelto a una situación muy similar a la que se encontró tras caer en casa ante Fuenlabrada y con el Real Madrid en el horizonte. La zona de descenso asoma bajo sus pies, cuando afronta un duelo en Murcia ante un equipo que siente incluso más presión porque tiene una victoria menos. Viene de perder ante otro rival de este grupo de equipos que tratan de sobrevivir abajo, el Joventut, en una fase en la que sólo ha podido sumar un triunfo en los últimos seis partidos.
UCAM Murcia se paseó en San Pablo (77-103) de la mano de Facundo Campazzo, segundo anotador de la Liga Endesa con 14.9 puntos de media (tercero en asistencias con 6.1). Desde hace dos jornadas tiene en su banquillo a Fotis Katsikaris, tras el cese de Óscar Quintana, y salió Vítor Faverani al Barcelona, sustituido por Kevin Tumba, de escaso protagonismo ofensivo pero que les ha dado consistencia en el rebote.
Consistencia es lo que necesita el Betis, que viene de perder partidos a marcadores altos y también con guarismos de menos de 70 puntos, como ante Estudiantes (2 de 10 en triples). Zan Tabak ha puesto el énfasis en tener más control de las acciones en las fases decisivas de los partidos.
Evidentemente, también necesita que suban su rendimiento sus mejores jugadores, caso de Nachbar, Stojanovski, Lockett o Mahalbasic, que ha ido de más a menos. Ante los madrileños el equipo sólo valoró 56 puntos, aunque sí dio un paso adelante al menos en defensa. En Murcia se medirá a un equipo que también está con dudas (o las ha tenido durante toda la temporada) pero con jugadores muy determinantes, que en cualquier partido, como ocurrió en Sevilla, pueden provocar un roto si no le planteas un duelo de alta intensidad, especialmente en defensa.