El Sevilla ha vuelto esta mañana al trabajo en la ciudad deportiva con una importante novedad. Beto saltó al césped y trabajó con absoluta normalidad realizando trabajo en la portería junto a David Soria, ayer portero suplente en el partido ante el Zenit por las bajas del portugués y Barbosa, que continúa sin ejercitarse.
Beto se lesionó hace algo más de quince días aquejado de una sobrecarga en el recto de su pierna izquierda, justo después de regresar al equipo y tras superar la lesión que le provocó en el hombro aquel choque con Benzemá en el Bernabéu. Tenía prevista el alta para principios de mayo, sin embargo, la evolución ha sido favorable y ha vuelto a acortar los plazos. A expensas del parte oficial, el portugués podría estar disponible para Emery de cara al partido del próximo jueves en Rusia si se confirma la mejoría mostrada en el entrenamiento de hoy.
El resto de jugadores que disputaron minutos ante el Zenit se ejercitaron al margen en la habitual sesión de recuperación post partido.
Tras la sesión de trabajo, el meta atendió a los compañeros de los medios oficiales donde explicaba como se encontraba: “Si por mi fuese, jugaría ya ante el Granada, pero está claro que no depende de mí, sino del entrenador, de cómo entrene y mis sensaciones”.
Al mismo tiempo quiso mostrarse feliz por la renovación y el momento que está viviendo al margen de encontrarse lesionado: : “Estoy feliz y mucho, por volver a hacer lo que más me gusta. Parece que ha terminado ya la mala racha. Hay que tirar para adelante, aportar cosas al equipo y seguir entrenando para estar a tope. Este año ha sido el único de mi carrera que he tenido lesiones musculares, pero desistir no forma parte de mi vocabulario. Hay que tirar hacia delante y hacerlo más fuerte si cabe”.
Para Beto, lo más duro de estar lesionado es tener que ver el partido desde fuera: “Se sufre demasiado, como ayer. Me cuesta mucho estar fuera y no sentir las emociones desde dentro del campo, pero me ha tocado. Ya se terminó y ahora quiero ayudar desde el campo”.
Precisamente, vivirlo en la grada le hizo ver de cerca el papel importantísimo que juega también la afición en este tipo de partidos: “Cuando la grada se vuelca, el equipo se enchufa aún más. Fue fundamental ayer. Su fuerza, sus cánticos, nos llevaron a conseguir una remontada muy difícil. Llevamos una racha muy buena. Estamos todos los jugadores enchufados y eso es clave, mérito también del entrenador, quien también tiene el cariño de la afición porque lo tiene más que merecido. La verdad es que todos, directivos, técnicos, jugadores... somos uno y esa es la gran fuerza de este Club”.
Aunque aún no sabe si estará o no para la vuelta ante el Zenit, el portugués hablaba de cual puede ser la clave en ese partido: “No perder la concentración en los 90 minutos, tendremos que trabajar el partido muy bien, a tope, luchando y peleando porque allí crearán muchísimos problemas”.