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López Catalán y Ángel Haro, los dirigentes del Betis.
La decisiva junta de accionistas del Baloncesto Sevilla, prevista para este miércoles, fue finalmente aplazada al jueves. La razón no era otra que la de ganar tiempo para seguir avanzando en el apadrinamiento del Real Betis Balompié del club de basket hispalense. Finalmente esta será la vía de salvación del Caja, que recibirá la marca y el nombre del club heliopolitano para así facilitar la búsqueda de patrocinadores.
De momento, y según avanza el diario AS, es la única forma posible, ya que la Ley de Sociedades Anónimas Deportivas le impide a una de ellas hacerse cargo de otra: «Las Sociedades Anónimas Deportivas sólo podrán participar en competiciones oficiales profesionales de una sola modalidad».
La suspensión de la asamblea prevista para este miércoles era un síntoma claro de que el desenlace del proceso de disolución de la entidad podía tener final feliz. En principio, en la reunión se iba a acabar con la agonía de la entidad de San Pablo, pero se aplazó después de que la propiedad, CaixaBank, no se hubiera acreditado. Tal hecho propició que no hubiera quorum suficiente para celebrar la asamblea. El propio CB Sevilla lo confirmaba por la tarde en un escueto comunicado en el que emplaza a este jueves la decisión final.
Fernando Moral, presidente del club, se mostró moderadamente optimista ante el escenario que se presenta, el cual a todas luces va a ser solucionado a través del Betis. Y eso que ayer seguía abierta la vía del Grupo Torrot, que no se había retirado aún de la puja. El presidente del Betis, Ángel Haro, reiteraaba ayer mismo que aún es posible que el CB Sevilla se integre dentro de la estructura de la entidad de La Palmera: «Se están buscando soluciones imaginativas».
CaixaBank no consigue encontrar un comprador de garantías, pero seguirá aportando el millón de euros necesario una temporada más. Moral admitía que la vía del Betis es «muy válida».