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Pierre Oriola, en el partido ante Fuenlabrada. Foto: ACB Media (B. Pérez)
Es el único jugador con rol importante en la rotación que no ha sido ni una sola vez titular esta temporada en Baloncesto Sevilla. En basket esta circunstancia no deja de ser anecdótica en muchas ocasiones, pero es ciertamente llamativa cuando su rendimiento lo sitúa como uno de los tres mejores jugadores del equipo.
Pierre Oriola volvió a realizar un partido excelente en la aliviante victoria del pasado domingo ante el Montakit Fuenlabrada. Scott Bamforth se llevó la mayoría de los elogios por su incidencia desde el triple, siempre tan llamativa y espectacular, pero sin el apoyo del catalán (también de Balvin, con sus 14 puntos y 6 rebotes) el partido hubiese tenido una resolución bien diferente. 18 puntos, con 7/12 en tiros de dos (58 por ciento), 1/1 en triples y 5 rebotes. El 1/3 en tiros libres y los tres balones perdidos evitaron que su valoración fuese mejor que los 15 puntos que reunió.
Oriola promedia 10.3 puntos, 3.8 rebotes y 9.3 de valoración en 21 minutos en pista. Es el tercer jugador más valorado tras Balvin (12.8) y Bamforth (12.3), tercero en puntos y segundo en rebotes. A sus 23 años está realizando su mejor temporada en la ACB, tras llegar a Sevilla en 2014 y jugar en Manresa entre 2010 y 2012 antes de asentarse en LEB Oro en Lleida y Huesca. En nueve de los 19 partidos que ha disputado en lo que va de liga ha valorado en dobles dígitos, con aquel tope de 35 en la victoria ante el Joventut. De los últimos 8, en cinco ha oscilado entre 13 y 17 de valoración. De los últimos ocho partidos, en seis hizo dobles figuras de anotación. Promedia un 56 por ciento en tiros de dos y un excelente 41 por ciento en triples.
Su figura ha ido creciendo al tiempo que la de su competidor en el puesto de ala-pívot, Bostjan Nachbar, ha ido menguando. El esloveno volvió a ser titular, una vez más, ante Fuenlabrada pero Casimiro lo tuvo que refugiar en el banquillo. Escuchó silbidos en San Pablo. Preocupa en el club su bajísimo rendimiento, y se le observa tocado de moral. No hay rastro de aquel jugador excelso que lideró al equipo para salir del pozo de las primeras jornadas, con aquel 0-4.
Ante Unicaja, hace dos jornadas, acabó el partido por primera vez sin anotar tras 16 minutos en pista (-2 de valoración); ante Fuenlabrada sólo sumó un triple, cuatro balones perdidos y cero de valoración. De los últimos cuatro, ante Andorra y Manresa, pese a anotar 12 puntos de maquillaje, fue también una sombra de sí mismo. Ahora no hay comparación posible con Pierre Oriola.~