-
Los jugadores del Gerena celebran la clasificación mientras un rival, abatido, clava su mirada en el césped. / Inma Flores -
José Juan Romero, rodeado de hinchas. / Inma Flores
Descomunal y ciclópeo. Pura ciencia ficción. Cuando el gentío musitaba resignado, un tipo revolucionario alzaba los brazos con energía. Sus gestos emulaban a los de los indios sioux camino del ataque imposible en aquellas películas del Far West. Era José Juan Romero, el técnico de un Cobre Las Cruces Gerena que se ha ganado el respeto y la admiración de una tropa de fieles e impenitentes creyentes. Era el minuto 67. El marcador registraba un desalentador 2-2 y los rojinegros necesitaban dos goles para eliminar al Alcobendas Sport, pura chequera y huérfano de talento, y sellar su pasaporte para la segunda ronda del play off. El técnico del milagro ideó un 1-3-3-4 que, sin la fe de los inmortales, hubiera significado un suicidio televisado. Pero entonces brotó del alma de la comitiva la fe en un imposible sin aduanas.
De inicio, José Juan Romero repitió su habitual 1-4-1-2-3 con Kiki y Jorge Bayón en la cocina. Los aperitivos se sirvieron sin que los comensales aún hubieran digerido el primer sorbo de refresco. Salvi rentabilizó un error de la zaga visitante para facturar el 1-0, equilibrar el cruce y multiplicar los decibelios del Municipal, allí donde los anfitriones, con las piernas dormidas y la reserva encendida, perdonaron el 2-0 antes de que los de César Moreno pactaran el equilibrio en el laboratorio.
El Gerena no traicionó su manual de estilo, aunque el orden de los factores alteró el producto. Sin la energía física de otras sesiones de cine de sobremesa, la tropa de la Ruta de la Plata buscó a Kiki y los latigazos de Francis y Tano, que trataron de intimidar a los azulones con el balón en los pies. El tiempo fue consumiéndose hasta que el crono caminaba altanero sobre el césped. Pero fue de forma repentina y sin anestesia previa cuando el Alcobendas asestó una puñalada mortal a la yugular. Miki botó una falta imposible y Guille Castilla, traicionado por el sol, lamentó su fortuna en un momento de tensión acumulada.
Las manecillas del reloj devoraban los segundos al ritmo de la velocidad de la luz y el Gerena emitía señales de cansancio mental. Pero fue entonces cuando Tano, un delantero top, recogió un balón sin propietario y dibujó una parábola sedosa para propiciar una ‘X’ que en aquel momento era simplemente un consuelo para mitigar la desazón. Y fue entonces cuando José Juan Romero, un loco incomprendido por aquellos que atrapan el fútbol en pizarras y sistemas, reorganizó su dibujo y ordenó un 1-3-1-4-2. El Alcobendas recurría a su experiencia, Óscar trataba de imponer el criterio en la medular y César Moreno interpelaba a una pérdida de tiempo propia de los que caminan con las credenciales de los expertos.
Y fue entonces cuando el algabeño Iván, un flamenco en el escenario y el alma de la fiesta, tensó la cuerda con el 3-2 y, sin tiempo para digerir el nuevo mapa, se elevó de entre una maraña de centrales para, con un cabezazo cruzado, batir a Andrés, enloquecer a la grada y dignificar el nombre del fútbol modesto en una tierra de currantes y jornaleros. La hazaña era una realidad y el Alcobendas buscó la vendetta más extraña, aunque Álvaro Madroñal, el hijo de Sebastián, el del sombrero de paja y el rostro de campesino bonachón, se unió al festival para cerrar una noche que ya siempre será eterna en la memoria de Gerena y su gente.
Ficha técnica:
CLC Gerena: Guille Castilla, Chuli (Álvaro 61’), Salvi, Nacho, Tore, Lolo (José Rodríguez 61’), Tano, Kiki, Javi Medina, Jorge (Iván 45’) y Francis.
Alcobendas Sport: Andrés, Mario, Josué (Álex Navarro 46’), Juli, Óscar, Koke, Livak (Héctor 72’), Josito (Albur 60’), Álex García, Miki y Manu Rosales.
Goles: 1-0 Salvi (08’). 1-1 Josito (17’). 1-2 Miki (45’). 2-2 Tano (67’). 3-2 Iván (83’). 4-2 Iván (86’). 5-2 Álvaro (94’).
Árbitro: Conejero Sánchez (Extremadura). Amarilla a los locales Francis y Tano; y a los visitantes Mario, Josué, Juli, Miki, Manu Rosales y Albur.
Incidencias: 1.500 espectadores en las gradas del José Juan Romero Gil. Presencia de aficionados visitantes.