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Márquez Palau, en un partido del Arahal correspondiente a la temporada 2001-02. / Archivo
Manuel Márquez Palau (Guillena, 26-7-1954) ha retornado a la actividad para regir los designios del Morón CF, implicado en la pugna por el ascenso a Primera Andaluza, equivalente a la antigua Regional Preferente. Palau, que hasta ahora ejercía de secretario técnico del primer plantel de la entidad del Complejo Alameda, es un hombre de fútbol que se estrenó como entrenador en 1975. En aquel tiempo, con 21 años y con el dictador Francisco Franco aún con vida, recibió el encargo de asumir el control del juvenil del Guillena CF, su vida. En los albores de 1980, con una democracia en pañales y 26 años ya cumplidos, la directiva decidió que promocionara al sénior para evitar el descenso a la histórica Segunda Regional.
El primitivo Gerena, al que ascendió a Primera Regional procedente de la extinta Segunda Regional B, Umbrete, Villanueva Atlético, Castilleja, Brenes CF, Montequinto, Ibarburu, Camas, Arahal, AD Carmona y Bormujos fueron sus destinos antes de que, en el transcurso de la temporada 2004-05, se enrolara en los escalafones inferiores del Sevilla FC, donde ha ejercido de hombre sabio durante un tiempo en el que ha permanecido en contacto con los técnicos que aterrizaban en la Carretera de Utrera con la etiqueta de novatos en el macuto.
En la 2012-13, en la madurez de su vida personal y con el curriculum pleno de aventuras y peripecias, recibió una llamada con el signo SOS en la pantalla. El emisor era el entonces presidente del Guillena, el carismático Manuel Ramos, Manolete, que requirió sus dotes de zorro viejo para evitar el descenso a Primera Provincial. Palau cumplió y certificó la continuidad en una competición que el cuadro de La Vega abandonó de forma definitiva en el curso 2013-14. Con el chándal en el armario y la libreta en un cajón, Palau ha recobrado la sonrisa para ser el nuevo jefe del Morón CF.