El viejo rockero busca la partitura del éxito final

Fali del Valle, el carismático ariete del Atlético Dos Hermanas, anhela triunfar en el Ciudad Jardín como director deportivo, su nuevo ‘disfraz’. Su primera medida fue el fichaje del entrenador: Antonio Pérez Roldán, ‘Picharri’.

15 sep 2017 / 11:18 h - Actualizado: 15 sep 2017 / 11:21 h.
"Segunda Andaluza"
  • El flamante director deportivo del Ciudad Jardín, Fali del Valle, posa junto a Nacho, una de las incorporaciones estivales. / EDD
    El flamante director deportivo del Ciudad Jardín, Fali del Valle, posa junto a Nacho, una de las incorporaciones estivales. / EDD

Hubo un día en el que optó por cerrar el macuto a cal y canto e inaugurar una nueva etapa en su carrera deportiva. Rafael del Valle Fernández, Fali del Valle (Sevilla, 30 de julio de 1988), el primer goleador en la historia del Atlético Dos Hermanas, decidió retirarse en verano. Entonces, y con decenas de propuestas para continuar nutriendo de peripecias su cuaderno de aventuras, aceptó asumir un reto con mayúsculas: ser el director deportivo del Ciudad Jardín, el City de Sevilla. El atacante heredó un proyecto herido, una entidad sumida en una etapa de transición y una plantilla en fase de renovación absoluta.

En el mes de julio diseñó su grupo de trabajo, una dirección deportiva en la que aterrizaron como colaboradores Borja Antón, Mario Gómez, que en la campaña precedente ejerció de entrenador, y Álvaro Dorado. La primera medida fue apadrinar una auténtica operación renove en la confección de una formación en la que se registraron 15 fichajes, un récord para un grupo que repite presencia en Segunda Andaluza, equivalente a la antigua Primera Provincial. La contratación de mayor envergadura fue la del entrenador, Antonio Pérez Roldán, Picharri, un viejo rockero que en su día ascendió a la División de Honor con la UP Viso, el equipo de su vida.

Fali del Valle es el encargado de dirigir el proyecto de uno de los clubes más antiguos de la capital, un City que recientemente militó en la renombrada Regional Preferente, hoy Primera Andaluza, con Pablo del Pino y Cristian Antón en el banquillo. Con 25 jugadores en nómina, de los que 15 son fichajes, Del Valle confía en el éxito de su hoja de ruta. «El de director deportivo es un trabajo poco valorado», confiesa con un tono de voz firme y creíble. Los horarios de entrenamiento, de 20 a 21:30 en la franja de los martes y de 21 a 22:30 los jueves y viernes, son una invitación al infrafútbol. Las vicisitudes en forma de capítulos de inestabilidad han sido continuas desde el inicio de las sesiones estivales, celebradas en el Parque Alcosa, a unos kilómetros de su hogar de acogida, La Doctora.

El City, el club que honró a sus fundadores en el encuentro inaugural con un emotivo saque de honor, trata de recuperar el prestigio perdido con un ambicioso proyecto y un líder con nombre propio: Rafael del Valle Fernández, el chico que brilló como jugador en el Dos Hermanas y que ahora anhela descorchar una botella de cava en la más estricta y narcotizante soledad. La soledad del director deportivo.