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«En Segunda hay que competir al límite de nuestro límite»

El entrenador del Sevilla Atlético, Diego Martínez, elogia a sus discípulos, valora la respuesta al estímulo de rendir en la categoría de plata y admite que «habrá que pagar algunos peajes».

02 sep 2016 / 11:30 h - Actualizado: 02 sep 2016 / 11:35 h.
"Segunda División","Sevilla Atlético","Diego Martínez"
  • Diego Martínez posa junto a un mural ilustrativo del museo del Ramón Sánchez-Pizjuán. / Manuel Gómez
    Diego Martínez posa junto a un mural ilustrativo del museo del Ramón Sánchez-Pizjuán. / Manuel Gómez

Habla con la seguridad del favorito y la calma del veterano de guerra. Diego Martínez Penas (Vigo, 16 de diciembre de 1980) ni se inmuta cuando analiza el tramo inaugural de la temporada, saldado con dos igualadas ante el Girona y el Tenerife. Con su habitual rictus serio elogia a sus discípulos y, en un alarde de inteligencia, descarga de presión al plantel más joven de la historia del filial en la selva de Segunda División.

—Apenas 180 minutos de madurez en Segunda División y ya se han medido a dos rivales de nivel. Un curso acelerado, ¿no?

—Competir en Segunda División es un éxito. A 80 equipos de Segunda División B les encantaría estar en nuestra situación, así que debemos estar satisfechos. Hemos jugado dos partidos y el rendimiento individual y colectivo ha sido muy bueno. El día del Girona hicimos un juego muy dinámico y en Tenerife 20 minutos brillantes y 70 en inferioridad con un espíritu excelente. Hemos mostrado nuestras señas de identidad en todo momento.

—Usted dirige al filial más joven de la historia en Segunda División...

—Es un buen dato. En los tres últimos años este equipo siempre ha sido el más joven de la Liga. Y con esa juventud hemos conseguido una permanencia en Segunda División B y un ascenso gracias al que ahora estamos donde estamos. Los fichajes respetan la esencia del club con la cantera. No nos podemos comparar a nadie porque los nuevos son una apuesta de futuro. Nos fijamos en el potencial rendimiento que tendrán los chavales. La juventud aquí es una gran oportunidad para mostrar el talento. Estoy muy contento con los chicos porque estamos rodeados de gigantes. Excepto Borja Lasso, Carlos Fernández o Cotán, que puedan tener más partidos en Segunda División B, el grupo es muy joven. La exigencia es brutal y están respondiendo de forma sobresaliente.

—La imagen ante el Girona y el Tenerife ha sido excelente, aunque en determinados momentos el equipo se ha desconectado, ¿no?

—No estoy de acuerdo. El equipo nunca ha dejado de competir. Si se hubiese dejado de hacerlo no se hubiese sumado en Tenerife. Hemos estado siempre en los partidos y muy conectados. Ante un gran oponente como el Girona acusamos un error puntual. Pero fíjese, Rayo Vallecano, Zaragoza o Valladolid, que son algunos de los favoritos, también sufren para ganar. No es fácil sumar.

—¿Ha habido momentos de sobreexcitación?

—Bueno, en Tenerife la expulsión de Ivi es muy rigurosa. Además, no la achacaría a la sobreexcitación. Hay acciones de ese tipo en Primera División, en Champions... Tenemos que ir al límite de nuestro límite para competir en esta categoría y eso genera que tengamos que saber gestionar a los rivales. Veo al equipo bastante maduro. Pagaremos peajes por estar aquí, pero intentaremos que sean los menos posibles. También es cierto que en Segunda División un error tiene mucha más repercusión que en otra categoría.

—Habla de un filial maduro. ¿Benefició a la veteranía del grupo el desarrollo del play off del curso anterior?

—Sí, evidentemente. Pero no sólo el play off, sino cuando ganamos con uno menos en el Ramón de Carranza o cuando remontamos un 0-2 contra el Villanovense. Este equipo está curtido en la adversidad. También nos dio fuerza mental el triunfo en Socuéllamos o el partido de Lleida con 15.000 personas en las gradas.

—¿Cuál es su objetivo personal para esta campaña?

—El grupo que formamos el cuerpo técnico queremos perfeccionar el método de trabajo como equipo técnico y sacarle el mayor rendimiento a la plantilla a nivel individual.