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Los jugadores de la Cultural Durango celebran un gol en un encuentro de la Liga regular. / José Mari Martínez (Deia)
La Cultural de Durango, escenografía de la masa obrera del País Vasco más industrial, será el enemigo que se interpondrá en el camino del Écija Balompié. El cuadro de Juan Carlos Gómez se enfrentará a la tropa que dirige Igor Núñez, hijo del famoso jugador del Athletic Txato Núñez, en la primera ronda de un play off de ascenso que hoy cumplió su primer capítulo, el más taquicárdico y enigmático, durante el caprichoso sorteo celebrado en la sede de la Real Federación Española (RFEF) en Las Rozas. El factor cancha sonrió a la formación de San Pablo, que disputará la ida en el coqueto recinto de Tabira y la vuelta, ya con mayo en su fase climatológica más agotadora, en la Ciudad del Sol.
La Cultural de Durango, tercera del grupo IV, asignado al País Vasco, se ha distinguido desde el inicio del torneo por su solidez defensiva, plasmada en un excelente promedio de 27 goles encajados en 38 compromisos de la Liga regular. El bloque albiazul, que ha militado en Segunda División B y que en su última comparecencia en un play off fue eliminado a manos del Deportivo B, retará al Écija Balompié con una plantilla joven y plagada de jugadores nacidos o residentes en la comarca de Duranguesado. La igualdad en su competición doméstica fue máxima y pugnó por el título de la regularidad hasta el final con Deportivo Alavés B, CD Vitoria, Beasain y Portugalete, el más laureado del pelotón y que finalmente no logró su propósito.
El factor geográfico será el principal incordio de un Écija que deberá recorrer más de 800 kilómetros para intimidar a un oponente que reúne en sus filas a 16 jugadores de Durango, un récord en su historia reciente. La principal virtud de la Cultu, el apelativo con el que fue bautizada en su día en el País Vasco, es su fútbol atrevido y de posesión y su solidez como colectivo, aunque su máximo goleador y referente es el delantero Ekain Zenitagoia, autor de 11 goles y que anteriormente perteneció al modestísimo Iurretako. La superficie del recinto de Tabira, de césped artificial, será otro de los enemigos de los hombres de Juan Carlos Gómez, que durante la Liga regular construyeron un auténtico fortín en San Pablo.
Hazaña
A la consecución de la clasificación para el play off de ascenso, una lotería en la que no participa desde el aciago desenlace de la 2014-15 ante el Dépor B, se ha unido un hito histórico en el club de Vizcaya. El conjunto de Igor Núñez, que alcanzó el primer plantel procedente de los escalafones inferiores, tramitó el exitoso pasaporte para la Copa del Rey en la última fecha, ya que Deportivo Alavés B y CD Vitoria, campeón y subcampeón de Liga, son filiales del Deportivo Alavés y la SD Eibar, respectivamente.
Definidos los precios
El consejo de administración del Écija Balompié aprobó hoy los precios oficiales de los encuentros de las eliminatorias finales por el ascenso. Los abonados deberán desembolsar 12 euros por retirar una butaca en Tribuna, una tarifa que se rebajará hasta los 7 para aquellos que opten por un ticket de General. Los aficionados que no dispongan del carnet pagarán 17 y 12, respectivamente.
La estrella
La principal virtud de la Cultural es su solidez como colectivo, aunque el máximo artillero de la plantilla que dirige Igor Núñez es el delantero Ekain Zenitagoia, natural de Durango. El ‘9’, que anteriormente perteneció al modestísimo Iurretako, ha anotado 11 goles en el torneo de la regularidad, el séptimo mejor promedio realizador de un grupo, el IV, que dominó el filial del Deportivo Alavés.
El estadio
Tabira es un antiguo recinto en el que ejerce de local la Cultural Durango, fundada en 1919 por un grupo de amantes del frontón. El terreno de juego actual, de césped artificial, fue instalado en un estadio remodelado pero cuya construcción original data de 1949. La capacidad actual es de 2.500 espectadores. La grada principal es una tribuna con cubierta y asientos para unos 600 aficionados.