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El lateral diestro Isidoro controla el esférico en un entrenamiento de la UD Almería. / La Voz de Almería
Es el fichaje del año en la Primera Andaluza, un torneo equivalente a la antigua Regional Preferente y una categoría que domina con mano de hierro el Morón CF de José Luis Mediano Vargas, Pana. José Isidoro Gómez Torres, Isidoro (Pedrera, 1-8-1986), será el nombre propio del mercado anual de fichajes. El exlateral diestro del Real Betis Balompié, una entidad en la que permaneció entre 1998 y 2012 de forma ininterrumpida, estampó ayer su rúbrica en la licencia federativa de Los Palacios, donde tratará de aportar su experiencia en la carrera hacia el anhelado ascenso a División de Honor. El acuerdo es absoluto y su debut se producirá cuando la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) apruebe su recalificación de jugador profesional a amateur.
Isidoro, que nació en Pedrera en 1986, aterrizó en Los Bermejales con apenas 12 años. En La Palmera creció, maduró y triunfó. En la temporada 2006-07, con el francés Luis Fernández en el banquillo, el Real Betis visitaba al Real Madrid en el Santiago Bernabéu. Era el encuentro de vuelta de los 1/8 de final de la narcotizante Copa del Rey. En la ida, el cuadro heliopolitano había firmado un alentador 0-0. El técnico galo, peculiar y controvertido, arriesgó y entregó la titularidad a Isidoro, que se encargó de marcar a José Antonio Reyes. 1-1 y clasificación entre alharacas. Aquel día, Chamartín abroncó a Fabio Capello.
En su hogar ganó una Liga de la Segunda División, ascendió a la Primera División y se consolidó en la máxima categoría estatal. En el verano de 2012, y después de 14 años en el Benito Villamarín, se comprometió con el Polonia de Varsovia polaco, en cuyas filas pretendía relanzar su curriculum. La vieja y mágica Varsovia no fue un paraíso y en noviembre retornó a España para unirse al Numancia, en el que completó tres temporadas antes de enrolarse en el Elche. La UD Almería, en la que despachó 9 partidos del certamen de la regularidad en la experiencia precedente, fue su último destino antes de que en junio expirara su último contrato profesional. Al menos por ahora.
Isidoro, que actualmente reside en Los Palacios, se había ejercitado en las últimas semanas en la formación del Marismas, aunque hasta ayer no aceptó el reto de regresar a sus orígenes para recuperar la tradición de los domingos. El carrilero, sin duda el referente del vestuario que dirige y controla Raúl Carmona, se ha comprometido hasta que aparezca un nuevo lugar en el que continuar forjando su carácter guerrero.