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Miguel Ángel Montoya, pensativo en el banquillo del Utrera. / Inma Flores
Es el hombre de moda en el Utrera. Miguel Ángel Montoya González (Utrera, 4 de febrero de 1980) cumplirá en el Municipal Antonio Fernández Marchán de Guadalcacín su partido número 100 en el conjunto del San Juan Bosco. El preparador de Consolación celebrará su aniversario con el cuadro blanco con un extraordinario rendimiento clasificatorio como máximo aliciente. Montoya asumió los designios de la primera plantilla el 12 de enero de 2014. Aquel día, el CD Utrera, colista y a dos puntos de la permanencia, visitaba al Palma del Río, rival directo en la pugna por la salvación en el grupo II de Primera Andaluza. Los tantos de Manolín, Gaspar y Kisko cerraron un compromiso que supuso el final de la intriga (0-3).
Sus discípulos sumaron 12 triunfos en 20 partidos y cerraron la Liga en la quinta plaza. A 10 puntos del descenso y con la sensación de cimentar el éxito de un futuro que fue puro éxtasis con el ascenso a Tercera División en la cordobesa barriada de Ciudad Jardín. Montoya dirigía al juvenil cuando Joaquín Rodríguez, el presidente, le comunicó su inmediata promoción a la primera plantilla. Aquella conversación se produjo el 20 de diciembre de 2013, horas antes del sorteo de la Lotería de Navidad, en el Parque de Consolación. El máximo dirigente, con lágrimas en los ojos, espetó un lapidario mensaje. «Necesito que salves al Utrera», emitió entre sollozos en pleno vergel. Y cumplió su palabra.
Montoya, rendido devoto de Jesús Atado a la Columna de la populosa hermandad de los Aceituneros, ascendió a Tercera División y ha consolidado a la escuadra blanca en la última categoría nacional. Sus números son decorosos. Durante su etapa, el Utrera ha disputado 99 encuentros de Liga, saldados con 48 victorias, 22 igualadas y 29 derrotas. En términos de puntuación, el CD ha sumado desde aquel 12 de enero de 2014 un total de 166 unidades de 297 posibles, el 55,8%.