Óscar, un chico de barrio, retó a Baldomero Hermoso, Mere, el técnico del Cádiz B. La voz de la experiencia de una Tercera División de cuyo ADN emana la fragancia de la miseria y la ruina. El expreparador del Algeciras ha reunido a una legión de prometedores canteranos para, con la piel curtida y el amor propio a prueba de torturas, conquistar el título de Liga de una División de Honor que exige la versión más creíble del fútbol. La Estrella San Agustín, gen competitivo y fe ciega, ajustició al intratable e invicto líder, se reivindicó con sus chavales de fútbol de calle y sonrisas y se alojó en la habitación de un hotel de cinco estrellas.
De inicio, el entrenador anfitrión, Carlos Conejero, apostó por un 1-4-4-1-1 con Matías, talento puro, y Lolo, disciplina en vena, en la sala de máquinas. La Estrella sorprendió a su oponente con una presión alta e intensa y un robo rápido en zona confortable. Óscar protagonizó el primer flirteo gracias a un error en la elaboración del Cádiz B, que trató de dibujar una autopista en la banda de Manu, secado por Sergio y Roca. Las basculaciones del ‘5’ comprimían la libertad de espacios de los hombres más rápidos del B.
Manu inquietó a Llera antes de que Mere alzara los brazos en señal de conexión mental. Pizarra y estrategia. Dani Soto, libre de marca, fusiló al arquero albiazul. Y fue entonces cuando apareció la rabia juvenil de la Estrella. La bisoñez es sinónimo de atrevimiento y desvergüenza en la Avenida de Santa Lucía. Manu cometió penalti por unas manos involuntarias y claras en idénticas proporciones y Guti, certero, originó las tablas momentáneas. El gol concedió crédito al fútbol creativo de la Estrella, que antes del intermedio insistió con las galopadas de Vargas y Óscar, el hombre del encuentro y el encargado de desafiar a Mere cuando el 0-1 era un incómodo compañero de viaje.
Carlos Conejero, que ha grabado a fuego entre su gente la filosofía de la lucha y la ambición, no reculó y buscó el triunfo con decisión. Roca, con una soberbia chilena, indultó a Álex Lázaro, descomunal antes de calcular de manera errónea un balón aéreo y maldecir su destino en un centro de Óscar que se envenenó y besó la red para felicidad de la clientela del antiguo fortín de Rabesa. Pero ni entonces se refugió en su nórdico de plumas la escuadra local, que recurrió a Guti para multiplicar la labor de Álex Lázaro, que se alió con su calidad y el travesaño para evitar un 3-1 que hubiera sido sinónimo de fiesta colectiva. La Estrella multiplicó las ayudas defensivas, Reda se fajó en ataque para fijar a los centrales y Roca y Alberto, dos chicos rudos y sin piedad, se emplearon a fondo para tramitar una victoria de pedigrí.
Estrella San Agustín: Llera, Pablo Márquez, Sergio, Alberto, Roca, Matías, Toni (Pablo Ballesteros 89’), Lolo, Vargas (Reda 59’), Guti (Miguel 76’) y Óscar (Josué 83’).
Cádiz CF B: Álex Lázaro, Manu, David Soto, Sergio, Duarte, Javi Pérez, Ezequiel, Wise (Paco Olano 74’), Carballo, Dani Soto (Pegiño 61’) y Juanpe (Legupín 70’).
Goles: 0-1 Dani Soto (32’). 1-1 Guti, de penalti (35’). 2-1 Óscar (63’).
Árbitro: Suárez Juan (Huelva). Amarilla a los locales Pablo Márquez, Alberto, Roca, Matías, Guti y Alexis; y al visitante Manu.
Incidencias: 200 espectadores en el Ciudad de Alcalá. Presencia de aficionados visitantes.