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Álex Martín y Álex Sánchez posan en el Nuevo Vivero de Badajoz. / EDD
Con la piel curtida por la huella del sacrificio y la fatiga serigrafiada en el rostro. Alexander Martín Palomo, Álex Martín (Alcalá de Guadaíra, 31-5-1981), y Alejandro Sánchez Jiménez, Álex Sánchez (Sevilla, 18-4-1987), se afanan en cerrar definitivamente el capítulo de su carrera que narra sus aventuras en el histórico Díter Zafra extremeño, el club en el que aterrizaron en julio con el petate repleto de esperanza y que abandonaron en enero sin fondos y con la camisa manchada de desesperación por los impagos acumulados. «No hay que dramatizar», asegura Álex Martín, el técnico de la escuadra segedana hasta que fue imposible asumir los costes de los continuos desplazamientos a Extremadura.
Álex Martín fue el encargado de guiar a una expedición de embajadores de la provincia que integraron los jugadores Alberto Quesada, Nacho, Sosa, Javi, Dani Muñoz, Sergio y Valerio y que completaron Álex Sánchez, su segundo y hombre de confianza desde su etapa en La Barrera, Mario Pérez, el entrenador de porteros, y Patricio Martín, el delegado. Los impagos surgieron desde un primer momento. Hasta que no se produjo el relevo en la presidencia a principios de febrero, el staff azul sólo había recibido la nómina correspondiente al mes de septiembre. «En el partido ante el Olivenza –celebrado el 22 de enero– supimos que era imposible seguir», confiesa Álex Sánchez.
Con cuatro nóminas impagadas y la gasolina sin abonar, el cuerpo técnico optó por la dimisión. Apenas unos días después se disputó el famoso encuentro ante el CP Amanecer y, con el reloj como enemigo, Manuel García Pizarro, exalcalde de Zafra, evitó la desaparición y alcanzó un acuerdo con Álex Martín y su grupo de fieles colaboradores. «Hay que confiar en las personas», admite Martín, que hoy asume el rol de entrenador de cantera en la Asociación Deportiva Alcalareña (ADA).