España jugó con fuego (1-2)

La Selección española jugó con fuego en Skopje, donde tras una clara superioridad con ventaja al descanso de dos goles, de Silva y Diego Costa, pensó en las vacaciones y su relajación resucitó a Macedonia, que luchó con orgullo hasta el final por la sorpresa (1-2).

En la última visita al Arena Felipe II, hace menos de dos años, España ganó con un tanto de fortuna de Mata. No es fácil ganar allí si te despistas. El cansancio de unos y el tiempo sin competir de otros dificultó más la tarea de la Selección en pleno pulso con Italia por la plaza de acceso directo a la gran cita de 2018. El seleccionador cambió de plan para juntar talento en el centro del campo y provocar desajustes en el planteamiento defensivo de Macedonia. Salió España a sentenciar con rapidez, adueñándose del balón con Thiago, Iniesta, Isco y Silva, y con laterales convertidos en extremos (Carvajal y Alba). Diego Costa era el punta de referencia. Seis apercibidos, la amenaza española, con Italia en el horizonte.

Mientras Isco y Silva se asociaban en corto, Iniesta buscaba la espalda de la defensa rival con balones en largo precisos. El lateral de Tosevski parecía el flanco de mayor debilidad. Lo explotaba Jordi Alba y una aparición de Isco pero no encontraban rematador. Al cuarto de hora Iniesta la picaba con calidad a la subida de Jordi Alba, que esta vez encontraba un amigo en Silva. Un giro plástico y un disparo abajo de derecha fue la resolución del canario para el primer tanto.

Inferior Macedonia, sólo el balón parado le invitaba a alimentar su sueño. España llegaba con facilidad. Isco buscaba la escuadra en dos ocasiones consecutivas y ante su falta de éxito decidió asistir en la tercera con una acción para enmarcar. Era el minuto 27 cuando el madridista esquivaba una dura entrada con un regate en un palmo y apuraba línea de fondo para ver el movimiento de Diego Costa, que marcaba a puerta vacía. Quinto gol en cinco partidos del máximo goleador de España camino a Rusia. Cualquier duda del pasado está olvidada.

Nunca bajó los brazos Macedonia, modesta pero con orgullo y una afición que se encendía en cada ataque. Pandev sigue siendo el ídolo local con 33 años y el que más inquietó, mientras España perdonaba goles con Isco de protagonista. También la tuvo Piqué antes de la relajación total. Nadie tapó el agujero que dejó Jordi Alba tras un error, Ramos no quiso hacer falta pensando en Italia y la veloz carrera de Ristovski fue culminada con un latigazo ante el que nada pudo hacer De Gea. Quedaba media hora: ni sentenció España ni Macedonia inquietó mucho.

Por su parte, Italia cumplió goleando 5-0 a Liechtenstein y sigue empatada con España en el grupo G de la fase de clasificación al Mundial, por lo que ambas se jugarán la primera posición en el choque directo de septiembre en Madrid, en el Santiago Bernabéu. Los goleadores fueron Insigne, Belotti, Eder, Bernardeschi y Gabbiadini.