Los últimos días de mercado están siendo frenéticos en Heliópolis. La plantilla aún no está cerrada y Lorenzo Serra Ferrer apura las opciones que aún quedan para satisfacer las peticiones de Quique Setién, que continúa reclamando un jugador de ataque que pueda desenvolverse también en la banda derecha. En este sentido, dos candidatos han tomado ventaja en la lista de futuribles que maneja el vicepresidente deportivo para reforzar esta posición: Santi Mina (Valencia) y Emre Mor (Borussia Dortmund). En ambos casos, se da una circunstancia común: no cuentan para sus entrenadores y en sus clubes no verían con malos ojos una salida en forma de cesión que permitiese revalorizarlos de cara al futuro. De hecho, el extremo turco del Borussia cuenta con ofertas de clubes como el Celta, que parecía haber tomado ventaja en la negociación. Tanto Mina como Mor son jóvenes y en el caso del atacante del Valencia, la inversión para su incorporación fue elevada. En la capital del Turia no parecen dispuestos a desprenderse de él tan fácilmente.
Al elevado coste de la ficha hay que añadir la problemática del límite salarial que impone la LFP. Aunque el ente federativo ha sido flexible con los verdiblancos, el margen con el tope sigue siendo mínimo. El Betis no se podría permitir la incorporación de jugadores de este perfil si la operación no se realiza sin costo o si los descartes que aún permanecen en la plantilla no encuentran acomodo. Liberar a la entidad de las fichas de Digard, Zozulya y Brasanac es un paso fundamental para poder poner la guinda a una planificación en la que el Real Betis ha tirado la casa por la ventana.
El estrecho margen que delimita el fair play financiero obliga a Serra a estar alerta. El balear tiene claro que no traerá un jugador que complete la plantilla si no sube realmente el nivel de lo que Setién tiene a su disposición. Y es que si algo tienen claro en la planta noble del Villamarín es que casos como el del serbio o el atacante ucraniano, fichados a la ligera en su día, no se pueden volver a repetir.
Con Brasanac a punto de salir, y con Zozulya y Digard sin encontrar equipo, la rescisión de ambos contratos parece la opción más factible para intentar contratar a Santi Mina o Emre. Quedan sólo tres días para el cierre y las próximas horas deben ser claves en este compás de espera marcado por los rectores verdiblancos, que aguardan expectantes a cualquier movimiento.