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De momento sólo un chasco

El Betis se enredó en una posesión de balón eterna ante el Levante y se precipitó al vacío con varios desajustes defensivos, que parecían extinguidos. Las hechuras no fueron del todo malas, pero faltó precisión en el pase y claridad en los metros finales

18 ago 2018 / 00:38 h - Actualizado: 18 ago 2018 / 01:22 h.
"Real Betis","Quique Setién","Feddal","Carvalho"
  • Jason controla el balón ante la presenscia de Loren Morón y Ryad Boudebouz.
    Jason controla el balón ante la presenscia de Loren Morón y Ryad Boudebouz.
  • Más de 46.000 aficionados se dieron cita en el Benito Villamarín para presenciar el estreno del Betis en esta temporada 2018/19. La grada animó a pesar del resultado adverso.
    Más de 46.000 aficionados se dieron cita en el Benito Villamarín para presenciar el estreno del Betis en esta temporada 2018/19. La grada animó a pesar del resultado adverso.
  • Jason pugna con el portugués William Carvalho, que ayer debutó en un partido oficial con el conjunto verdiblanco.
    Jason pugna con el portugués William Carvalho, que ayer debutó en un partido oficial con el conjunto verdiblanco.
  • Salto de Coke con Junior en un lance del partido. El lateral verdiblanco tuvo mucha presencia en el ataque, sobre todo en la primera parte, pero nadie aprovechó sus pases.
    Salto de Coke con Junior en un lance del partido. El lateral verdiblanco tuvo mucha presencia en el ataque, sobre todo en la primera parte, pero nadie aprovechó sus pases.
  • De momento sólo un chasco
  • De momento sólo un chasco

Dos temporadas de Setién y tres Betis. El de la primera vuelta de la pasada temporada, el de la segunda y el de ayer. El problema es que el tercero cometió errores muy reconocibles con el equipo con el que el entrenador cántabro comenzó el curso anterior. Una desatención defensiva de Feddal en el primer tiempo abrió la esencia con la que el equipo se perfumó durante el último otoño. Y son tres porque este Betis tiene todavía más argumentos que el que hizo una segunda vuelta de ensueño.

El equipo presume de alineación, presume de banquillo, de gente que se queda en la grada. Hay decenas de alternativas, pero ayer faltó precisión, cierta movilidad en los jugadores de arriba y más contundencia atrás. Todo lo bueno que se concretó en la pretemporada, ayer sólo se intuyó. La primera vez que coincidieron en el campo Feddal, Mandi y Bartra como trío de centrales la defensa no supo cercenar las poquísimas apariciones del Levante en el área de Pau López.

La brillante pretemporada y la despampanante plantilla eclipsó la aparición del Levante en el Villamarín, todo un equipo trampa. Completó un final de curso maravilloso el año pasado y sigue en la misma frecuencia. El Betis monopolizó el balón desde el arranque del encuentro, en algunas fases la posesión de balón superó el 80 por ciento, pero tanto balón pareció empachar al equipo. William Carvalho fue el istmo que unió la retaguardia con la vanguardia, el resto de jugadores se movían con muy poca obediencia a sus posiciones iniciales. Tanta dinámica generó cosas buenas, pero también provocó ciertos desajustes entre jugadores.

Es un primer partido que no es más que eso. Sacar conclusiones de 90 minutos cuando restan horas y horas de fútbol es absurdo. Será con el transcurso de las semanas cuando se pueda plantear que el accidente de ayer sea algo más que eso. Las expectativas eran tan grandes después de lo visto que la derrota se hizo más agria todavía. La derrota ante el Levante es una llamada de atención, un poner los pies en el suelo y, de momento, nada más