Bronce para Javier Fernández en los JJOO

El célebre patinador español se quita la espina de Sochi 2014

17 feb 2018 / 12:48 h - Actualizado: 18 feb 2018 / 17:37 h.
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  • Javier Fernández posa sonriente con su medalla de bronce. / Efe
    Javier Fernández posa sonriente con su medalla de bronce. / Efe

El español Javier Fernández, doble campeón mundial y séxtuple de Europa, le puso el broche de oro este sábado a su brillante carrera deportiva con el bronce olímpico de patinaje artístico en los Juegos de PyeongChang, en una prueba disputada en Gangneung en la que el japonés Yuzuru Hanyu revalidó el título olímpico. SuperJavi, de 26 años, que había situado de nuevo al deporte invernal español en lo más alto con sus éxitos de los pasados años, llegaba a Corea del Sur en espera de que el destino le devolviese lo que le había quitado, hace cuatro, en Sochi (Rusia). Donde un mínimo error de cálculo lo dejó fuera de un podio que encabezó Hanyu, de 23, que este sábado se convirtió en el primero en revalidar el titulo desde hace 66 años, cuando lo hiciera en los Juegos de Oslo’52 el estadounidense Dick Button.

El perfeccionista de Cuatro Vientos logró la cuarta medalla en toda la historia del olimpismo invernal español, después de las que habían capturado, en esquí alpino, los hermanos Paco (Sapporo’72, en Japón) y Blanca (Albertville’92, Francia) Fernández Ochoa (hace 46 y 26 años, respectivamente) y la que ganó el pasado jueves, en estos Juegos de PyeongChang, el ceutí de la federación andaluza Regino Hernández en el boardercross de snowboard.

SuperJavi afrontó el programa largo desde la segunda plaza, a cuatro puntos de los 111.68 con los que dio el primer golpe Hanyu, con el que comparte pista de entrenamientos, en Toronto (Canadá); y técnicos: el prestigioso Brian Orser y su ‘segunda’, la también canadiense Tracy Wilson. Ambos se habían repartido los cuatro títulos mundiales del ciclo olímpico que se cierra en PyeongChang. Yuzuru repitió el año pasado en Helsinki el título que había festejado tres años antes en su país, en Saitama; mientras que Javi se anotó los títulos de 2015 y 2016, en Shanghái (China) y en Boston (Massachusetts, EEUU).

El duelo entrambos parecía servido, pero al final, otro nipón, Shoma Uno, el último en entrar al hielo, le arrebató la plata al campeón madrileño, con el tercer parcial del programa libre (202.73). Algo que no evitó que el sueño se hiciera realidad y que al final, según explicó a Efe nada más competir, el español se sacara la espina de los Juegos de Sochi, hace cuatro años. Un bronce con sabor a oro con el que Javier recuperó lo que el destino le quitó de forma injusta hace una olimpiada y se confirma como uno de los grandes deportistas históricos de España.

«Me siento muy bien, es la primera medalla olímpica en patinaje que tenemos en España y es verdad que no es de oro ni de plata, pero para mí sí que lo es. Lo es porque todo el trabajo que hemos hecho ha servido para conseguir un sueño, que es lo que era conseguir una medalla olímpica. Sabía que podían ser mis últimos Juegos Olímpicos y me lo tomé también como una última oportunidad de conseguir una medalla», decía Fernández tras la prueba.