Brotes verdes del ciclismo andaluz

Cuatro jóvenes ciclistas andaluces emergen como faros entre las tinieblas de un deporte que nunca terminó de demarrar profesionalmente en la región con más licencias

11 ene 2018 / 13:10 h - Actualizado: 11 ene 2018 / 13:15 h.
"Ciclismo"
  • Brotes verdes del ciclismo andaluz
  • Rodríguez, flamante fichaje de Caja Rural. / El Correo
    Rodríguez, flamante fichaje de Caja Rural. / El Correo
  • Díaz Gallego, con el maillot 2018 de Israel CA. / El Correo
    Díaz Gallego, con el maillot 2018 de Israel CA. / El Correo
  • Cuadros volverá a correr en profesionales. / El Correo
    Cuadros volverá a correr en profesionales. / El Correo
  • El granadino López-Cózar, ‘Chupe’. / El Correo
    El granadino López-Cózar, ‘Chupe’. / El Correo

Han pasado más de cinco años desde que un ciclista andaluz alzara los brazos en una etapa de una grande. Fue el sevillano Piedra, en la mítica cima de los Lagos de Covadonga en la Vuelta de 2012. Pero la sequía de victorias del ciclismo andaluz en escenarios de postín no es, ni mucho menos, una realidad moderna, más allá de los cosechados por los históricos Gómez del Moral, Jiménez Quiles, Pedro Torres o Juan Fernández, por citar a algunos, –y pocos–, ejemplos que no obstante, nunca recabaron la general de una de las tres grandes rondas por etapas: Giro, Tour o Vuelta.

Sin embargo, ha sido en los últimos años cuando se ha producido cierto despegue, más en cantidad que en calidad, del ciclista profesional andaluz. Precisamente, es Andalucía la región que tiene más licencias ciclistas, un deporte que también parece estirarse en cuanto a la práctica aficionada. En este contexto, se destaca una generación de joven ciclistas ya profesionales que han destacado sobremanera en categorías de formación y a los que les ha llegado el momento de empezar a dar el callo entre lo más granado del pelotón.

CRISTIAN RODRÍGUEZ

El futuro más próximo del ciclismo andaluz pasa por este almeriense nacido en el 95, que ya puede presumir de haber corrido, y acabado, dos ediciones del Giro de Italia, en los dos años que acumula como profesional en las filas de los transalpinos de Wilier Triestina. Incluso en la última corsa rosa, la de 2017, el almeriense pasó gran parte de la carrera en el top 25 de la general, con actuaciones destacadas en la montaña. Un mal día le relegó en la clasificación, siendo finalmente 52º, aunque permaneciendo como el mejor de su equipo. Para 2018, el fino ciclista almeriense ha dado un giro de tuerca a sus expectativas fichando por el Caja Rural, segundo equipo español en jerarquía tras el Movistar. Con su nuevo maillot verde aspirará a realizar un buen papel en la Vuelta a España, prueba que aunque no está confirmada su presencia, todo hace indicar que será de la partida en la alineación del equipo verde, al tratarse de uno de los hombres en los que se depositan más esperanzas. Su idea es «seguir creciendo», como admite a este medio, tras dos años «en los que he aprendido mucho», añade. «Dar ese paso adelante me llevaría a disputar carreras», declara. Calidad y piernas tiene para ello.

JOSÉ DÍAZ GALLEGO

Este jienense también de la añada del 95 debutó como profesional en el pasado 2017, en las filas de Cycling Academy de Israel, donde seguirá en 2018. Tras una primera temporada de aterrizaje en el pelotón profesional, que suele ser un año dificil para los neo, Díaz Gallego aspira a ganar consistencia, «sobre todo en etapas largas», especifica. Esta última es la gran diferencia con el campo sub 23, donde destacó con victorias de peso como la del Memorial Valenciaga, en 2016, una de las pruebas cumbre del calendario amateur en España. Tras cosechar resultados prometedores en pruebas como Lugano o la durísima Pro Otzaler -celebrada en los Alpes austríacos- y en generales de vueltas cortas como Asturias o Croacia, Díaz Gallego ha de dar el salto y empezar a pelear por victorias parciales, un reto nada baladí. Además, podría toparse con el debut en una grande, ya que todo hace indicar que su equipo será invitado a la próxima edición del Giro, que arrancará en Jerusalén.

ÁLVARO CUADROS

El granadino (1995) afronta su segunda experiencia como profesional, tras disputar 2014 y 2015 en el filial del potente Quick Step belga. Tras dos años recalificado en equipos de formación amateur, Cuadros también vestirá el maillot de Caja Rural, con quién debutará en unos días en la argentina Vuelta a San Juan, a la que llegará con el objetivo «de que el equipo que satisfecho con mis prestaciones y seguir creciendo». Se trata de un corredor polivalente, consistente en pruebas duras y con buenas capacidades en la lucha contra el crono. Su mayor reto será el de destacar en el ritmo profesional y una vez adaptado, sacar a relucir las condiciones que atesora, y que le valieron, entre otros triunfos, para suceder a Díaz Gallego en el prestigioso Valenciaga. El año pasado tambíen estuvo a punto de ganar el nacional sub 23, quedando en segunda posición.

JUAN ANTONIO LÓPEZ-CÓZAR

López-Cózar (1994) es el otro granadino que aterriza en el profesionalismo, aunque en una categoría inferior, Continental, engrosando las filas del Euskadi, con quiénes ya ha competido en su etapa amateur. Chupe, como es conocido en el mundillo, es un corredor potente que se desenvuelve como pez en el agua en finales de grupos reducidos. No en vano, en 2017 acumuló cinco victorias y unos 15 podios, siendo el líder del ranking individual de la Federación Española de Ciclismo. Chupe sueña con disputar este año la carrera de su tierra, la Ruta del Sol, y hacerse «al ritmo de los profesionales, que es mucho más duro. Hay que pelear mucho y darlo todo», narra ilusionado por el bonito desafío que se le presenta con su salto al profesionalismo