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Félix Auger-Aliassime e Iñigo Cervantes, junto al concejal David Guevara (iz); el presidente del Tenis Betis, Fernández de Loaysa; el consejero de Turismo y Deporte, Javier Fernández; y el presidente de la Federación Andaluza de Tenis, Juan Miguel Navas.
La Copa Sevilla coronó en 2017 a Félix Auger-Aliassime, un chico que va recorriendo el camino hacia el estrellato en el tenis como hicieron otros jugadores que también conquistaron el challenger del Tenis Betis, por donde han pasado casi todas las grandes figuras de este deporte en España. Sobre el albero de El Porvenir, sin embargo, no ganaron todos ellos, como sí hicieron Manuel Orantes (1966) o Tommy Robredo (2000), que alcanzaron el top ten de la ATP e innumerables victorias. El canadiense saldrá mañana en el puesto 168 de la lista profesional, el jugador nacido en el año 2000 con mejor ranking de todo el mundo. Será difícil que vuelva pero ha sido una delicia verlo jugar aquí al tenis.
En la final venció al guipuzcoano Íñigo Cervantes, que ha firmado también una gran semana. Ha alcanzado la final individual y también la de dobles, que sí conquistó junto al argentino Pedro Cachín. Debió verse cerca también de sumar su primer título del año, porque dominaba por 7-6(4) y 3-0, cuando de pronto llegó un huracán a las costas de la central del Tenis Betis. Félix Auger-Aliassime enlazó nueve juegos consecutivos, elevando cada vez más la potencia y precisión de su servicio, que puede enviar sin mucho problema por encima de los 200 kilómetros por hora. Su habilidad para encontrar la T se ha podido comprobar durante toda la semana, e incluso en el set que cedió en el tie break logró ganar el 92% de sus primeros servicios.
En el tercer set, ya lanzado, se colocó 3-0 arriba y aunque Cervantes, hijo del que fuera portero del Real Betis en los 80, no arrojó nunca la toalla, acabó por ceder ante un chico que no sólo domina todos los golpes, sino que ha demostrado una gran capacidad mental para no irse nunca de los partidos en los momentos de dificultad. Remontó un set en la semifinal y lo hizo también para levantar el giraldillo de la Copa Sevilla.