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Froome versus Landa, duelo al sol

LA PREVIA. La Vuelta a Andalucía arranca hoy con un trazado eléctrico y la presencia del líder de Sky, que regresa a la carretera mientras es investigado por su positivo.

13 feb 2018 / 23:21 h - Actualizado: 14 feb 2018 / 12:52 h.
"Ciclismo"
  • Landa y Froome en el pasado Tour, cuando ambos eran compañeros en el Team Sky. / Efe
    Landa y Froome en el pasado Tour, cuando ambos eran compañeros en el Team Sky. / Efe

Desde hace unos años, la Vuelta a Andalucía vulgo Ruta del Sol, se ha convertido en el primer gran banco de pruebas del calendario ciclista en el arranque de temporada. Una carrera que combina terrenos, donde predomina el buen tiempo y con una calificación UCI–HC, conseguido el año pasado– que la sitúa apenas un escalón por debajo del circuito World Tour. Con estos ingredientes, la posta andaluza suele reunir a lo más granado del pelotón internacional, con un palmarés más que reluciente en el último lustro: cuatro de Valverde –que en total suma cinco–, con podios de Contador, Porte o Pinot, gallos de postín y otro triunfo del gran dominador de lo que llevamos de década ciclista, Chris Froome, a la sazón, protagonista de excepción en la edición que se adviene y arranca hoy miércoles.

Tanto es así, que el keniata de pasaporte británico destaca tanto por lo que pueda ofrecer en el eléctrico trazado que se plantea como por lo que le rodea fuera de la carretera. El resultado anómalo en un control antidopaje en la pasada Vuelta a España, en la que se hizo con la victoria final y completó el doblete con el Tour, sigue despellejando un prestigio que había labrado a golpe de victorias incontestables. Con su apuesta por participar en la ruta andaluza, Froome lanza una respuesta implícita en defensa de su inocencia: el líder de Sky se juega nada menos que la participación en el Tour, toda vez que en caso de aplicársele la sanción tipo por salbutamol, de nueve meses, no podría participar en la próxima edición de la ronda gala. Si permaneciera sin competir, el castigo correría desde su última carrera, la ya referida Vuelta a España, en septiembre. Es por esto que Andalucía supone un auténtico todo o nada para el cuatro veces vencedor de la Grande Boucle, que ha pasado el invierno machacándose en Sudáfrica y que llegará con ganas de demostrar el porqué de un dominio tiránico en los últimos años.

Su principal rival será un viejo conocido en Sky, Mikel Landa, su lugarteniente de lujo en el último Tour, que se quedó sin podio por un segundo tras ayudar en la carrera al keniata y que aterriza en Andalucía dispuesto a justificar su fichaje por Movistar, escuadra donde también tendrá que competir internamente por el liderazgo frente a Quintana, que no corre, y cómo no, ante un Valverde que ha regresado de su lesión con un fulgurante arranque de temporada.

El murciano será, junto al retirado Contador, la gran ausencia. Tras conseguir la victoria en cinco de las últimas seis ediciones, el de Movistar apuesta este año por otro calendario. Al incuestionable duelo entre Landa y Froome, se suman invitados de excepción que pueden animar la prueba, como el danés de Astana Fuglsang o el holandés de Lotto Jumbo Kruijswijk. Pese a tratarse de outsiders de campanillas, todos los focos apuntan al desafío pendiente: Froome y Landa, duelo bajo el sol de Andalucía.

Seis serán los ciclistas andaluces que tomarán la salida, y todos cuentan con el mismo denominador común: la ilusión. Esta será la edición con más oriundos de la tierra –empatada con 2015– desde la desaparición del equipo de casa, el Andalucía, que bajó la persiana en 2012. La expedición andaluza estará capitaneada por Javi Moreno, que llega como lider del Delko-KTM y con la vitola alzar los brazos en su estreno con la escuadra gala, en el Tour de Sharjah. El jiennense lleva más de una década sin faltar a la Vuelta a Andalucía y fue en 2017 cuando logró su mejor clasificación, un top ten de una competida edición. También de Jaén es José Díaz Gallego, una de las promesas del ciclismo andaluz y que debutó como profesional en 2017 en las filas del Cycling Academy Israel, donde sigue. Más maduro, el joven ciclista buscará las fugas para demostrar su caracter combativo, que le hace pelear por hacerse un hueco en el equipo que su formación llevará al Giro de Italia. Caja Rural presenta a otros dos andaluces, Cristian Rodríguez y Álvaro Cuadros. Rodríguez llega con la vitola de ser la gran esperanza andaluza y uno de los jóvenes más pujantes del pelotón nacional. Tras dos años en el Willier italiano, aterriza en la formación verde para darle presencia en generales, con la experiencia de dos Giros, el segundo de ellos, en 2017, entre los 25 primeros hasta los compases finales, cuando un mal día lo relegó en la general, aún siendo el mejor de su equipo. Cuadros vuelve a profesionales tras una destacada temporada amateur. Cómo él, también es granadino Juan Antonio López-Cózar, del Euskadi. Equipo y corredor suben desde el escalafón élite cargados de ilusión, y con un porvenir interesante. El cordobés Cubero, del Burgos BH, también será de la partida, como lo fuera en las dos últimas ediciones.

La Vuelta a Andalucía arrancará hoy en Mijas con una primera etapa que ya se prevé movida, con un perfil rompepiernas en el tramo final, donde se encadena la subida a Zafarraya –1º categoría– y cuatro puertos de segunda. El jueves 15 la ronda saldrá desde Otura, en Granada, para acabar en el alto de Allanadas, en La Guardia de Jaén, en la que se supone etapa reina. Allanadas, de primera categoría, será con seguridad el punto clave para hacer diferencias en la general. El viernes tendrá lugar la etapa a priori más indicada para una llegada masiva, entre Mancha Real (Jaén) y Herrera, en Sevilla. La capital hispalense protagonizará la salida de la posta sabatina, con el marco incomparable de la Plaza de España. Llegará hasta Alcalá de los Gazules, donde un final que pica hacia arriba espera para romper el pelotón. Para acabar, la que quizás es mayor innovación: una crono con sterrato, es decir, con tramos de tierra en un camino rural. Será en Barbate, donde se pondrá el broche a un recorrido eléctrico que mantendrá el vilo hasta el final.