Hace tiempo que la psicología ganó su espacio en el día a día del deporte. Hoy es una pieza imprescindible para el trabajo de los atletas de alto nivel aunque hay especialidades, como el fútbol, donde esta figura sigue siendo excepcional. De hecho, desde que Patricia Ramírez dejó su trabajo en el Real Betis, que desarrolló entre los años 2010 y 2012, ningún otro profesional ha ocupado su lugar en el primer equipo. Lo mismo sucede en el Sevilla. Ello no quita para que, puntualmente, o de forma individual, los futbolistas acudan a los especialistas de la psicología del deporte en busca de herramientas «para sacar el máximo partido a su talento». Patricia ha contribuido de forma decisiva, a través de su trabajo tanto en los medios de comunicación como con su actividad como ponente, a hacer familiar la figura del psicólogo, alejada de tabúes y prejuicios, con un lenguaje sencillo, claro y fácil de compartir.
Acaba de presentar en Sevilla su tercer libro, titulado Cuenta Contigo, donde conmina a dejar de depender de los demás y explica cómo hacerlo, tanto para alcanzar objetivos personales como para instrumentar los cambios necesarios en busca de una «vida serena». «Al final se trata de gestionar emociones, y en ese sentido es igualmente aplicable al deporte de alto nivel. Deben gestionar la ansiedad, la presión por el resultado, cuando no salen las cosas, sufren» y apunta los principales problemas que le plantea su trabajo con los deportistas: «tiene que ver con las inseguridades, con las dudas, a veces escarbas y detrás hay otras cuestiones que pueden tener que ver con su vida personal, y entonces se actúa sobre ello si lo necesitan», relata.
«Ser un héroe para tanta gente es duro, emocionalmente es muy intenso, aunque un futbolista o un deportista en general a la hora de realizar su trabajo no siente que tenga la responsabilidad de hacer realidad los sueños de las miles de personas que están en la grada. Lo que buscan es ser capaces de sacar el máximo provecho a su talento e igual que entrenan el cuerpo también deben trabajar la mente».
Cuenta Contigo es un libro didáctico. Cada uno de sus 20 capítulos parten de una reflexión, resumida en frases o citas de pensadores, filosófos o científicos, como Albert Einstein: ‘Locura es hacer siempre lo mismo y esperar resultados diferentes’. A partir de ahí se estructura una propuesta de cambio de actitud, de inmersión, de búsqueda de soluciones. «No es que haya mucha gente infeliz o descontenta con su vida. Lo planteo en términos positivos: puedes estar contento con tu vida pero querer mejorarla». Propone ejemplos y ejercicios sencillos que ayudan a visualizar las situaciones y a gestionarlas, aunque avisa de que «los cambios requieren tiempo».
Y sobre todo la obra está impregnada de la primera a la última letra de positividad, de eliminar los pensamientos negativos «que no suman». Los compara con la lata de melocotones en almíbar que casi todo el mundo tiene en casa. «Sabemos que están por ahí, pero no exactamente en qué lugar y si están caducados o no. Con los miedos, los pensamientos que limitan, hay que hacer lo mismo, indiferencia. Lo importante es saber dónde está el chocolate, la pasta o la fruta», dice.