Trucos y piruetas ‘made in’ Sevilla

El skate nació en Estados Unidos como una modalidad alternativa al surf en tierra firme. La popularidad de la disciplina, vinculada desde sus inicios a la ácida crítica social de los principales raperos de América, fue creciendo de forma sobresaliente con el transcurso de los años hasta que fue designada deporte olímpico para Tokio 2020. El skate aterrizó en España en la década de los 70, coincidiendo con el fin de la dictadura, para revolucionar la rutina de los grupos de jóvenes ávidos de libertad que se concentraban en Madrid, Barcelona y Bilbao. Sevilla se resistió al monopatinaje, aunque hoy es la cuna de los trucos y piruetas en el Sur de España.

Uno de los embajadores de la vieja Híspalis a bordo de un patín es David Parrilla Tejera (Mairena del Aljarafe, 6-8-2004), que con apenas 3 años decidió deslizarse a bordo de una tabla firme anclada a dos juegos de ruedas que permiten el movimiento y fomentan la imaginación. Fue en la guardería cuando detectó la presencia de un patín de Cola Cao en un rincón de la sala de juegos. «Nadie jugaba con él y para mí fue súper importante», recuerda el skater sevillano, curiosamente la imagen corporativa del último anuncio publicitario de la famosa marca del sector de la alimentación. Parrilla, que se entrena a diario durante dos o tres horas en el skate park de Plaza de Armas, rubricó en 2017 un ejercicio para el recuerdo después de ganar la Barcelona European Open 2017 y la International Bowl Riders sub 16 Street 2017, dos de los certámenes más prestigiosos y exigentes del mapa continental.

Uno de los anhelos de Parrilla es ser arquitecto. «Mis compañeros del instituto –cursa Primero de la ESO en el IES Aljarafe– me dicen por los pasillos dónde vas arquitecto», relata. Su pasión por el skate es tan intensa que pretende ser arquitecto para construir el skate park más asombroso de Andalucía. «Me gustaría», dice con una sonrisa reveladora y perspicaz. David Parrilla, cuyos padres, Gustavo y María, son sus principales apoyos, roba horas y horas de su ocio en favor del patín antes de competir en unos eventos que se organizan de forma regular allende las fronteras provinciales. «Yo me voy apuntando a todos los torneos que se hacen a través de las redes sociales», confiesa antes de enumerar la lista de modalidades que practica. «No me gusta el fútbol, pero hago mucho deporte», matiza.

El skimming, una disciplina similar al surf que se practica en las aguas con un importante oleaje, el surf y el skysurf son algunos de los deportes que alteran la rutina familiar en las playas de La Antilla, la zona preferida de un David Parrilla que cada verano surca las aguas para mantener el equilibrio a bordo de cualquier tabla. «Es mi pasión», asegura en relación al deporte de aventura. La relación de Cola Cao con el movimiento olímpico nace en 1972, cuando la marca alimenticia, integrada en el tejido empresarial de Idilia Foods, asumió el carácter de alimento olímpico en los recordados Juegos Olímpicos de Múnich.

Cuando recogió aquel primer patín en la guardería no imaginó cómo sería su vida sobre ruedas. «Me regalaron el patín porque me encantaba y porque nadie jugaba con él. Tenía el logo de Cola Cao y a ese patín le tengo muchísimo cariño», recuerda 10 años después de que retara a la gravedad por primera vez. Hoy es uno de los reyes de los trucos y las piruetas en Sevilla, la ciudad que aparece retratada en el spot televisivo de Cola Cao, que ha elegido los escenarios de las Setas de la Encarnación o la calle Betis para retratar a un soñador nato que une California y viaje a su cuaderno de planes de futuro. «Allí están los mejores», confiesa. Y él quiere ser uno de los mejores del globo. Un skater made in Sevilla.