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Alineaciones probables para el partido. / Antonio Viola
Ha pasado casi un año –364 días– desde que se disputase en el Ramón Sánchez-Pizjuán el primer partido en Liga de la era Sampaoli y, por ende, del que pudo haber evitado su desembarco en Nervión: Quique Sánchez Flores, en el Espanyol. Aquel partido quedará grabado en la retina de los afacionados por el tremendo caos en que terminó convertido el duelo. El 6-4 en el marcador final fue fiel reflejo de lo que se vio sobre el verde del coliseo nervionense.
Ya ha llovido desde entonces. Tanto como los cambios producidos, sobre todo, en el Sevilla. El primero de ellos está en el banquillo. La marcha del ahora seleccionador argentino fue suficientemente brusca y estuvo rodeada de la polémica necesaria como para que más de uno piense que el Sevilla se quitó un peso de encima. Incomprendido por algunos e idolatrado por otros, el inconfundible sello que implantó Sampaoli ha dejado huella y Berizzo ha recogido el testigo. Su fútbol no llevará implícito esa dosis de locura que caracterizó el paso de su predecesor por Nervión, pero estará cargado de intensidad. Coinciden en ello, como también se encuentran paralelismos en la concepción que ambos tienen sobre el control de la pelota. Pero el uno es agua pasada y el otro, la nueva esperanza del sevillismo en un año que se presenta ilusionante. Si consigue sellar su pase en el play off estará de nuevo en la máxima competición continental. No estará Monchi ni Vitolo, pero están Navas y Nolito. Sigue Nzonzi, al menos de momento, y el equipo ha recuperado a un gran baluarte de antaño como es Ever Banega. El destino ha querido que el sevillismo afronte este encuentro como un auténtico ‘flash back’. Y es que más de uno pensará esta noche en el Sánchez-Pizjuán que ese momento ya lo ha vivido. Casualidades del destino, ambos equipos vuelven a verse las caras en la jornada inaugural del campeonato, en Nervión, un sábado y a las 22.15 horas.
Berizzo dará minutos a Navas y Nolito en su debut liguero, cambiará parte de la defensa e incluirá, presumiblemente, a Lenglet y Corchia. Banega y Nzonzi parecen fijos y Krohn-Dehli apunta a titular junto a ellos. Arriba, además de los dos extremos mencionados el elegido parece que volverá a ser Ben Yedder. En definitiva, un equipo netamente ofensivo y un partido que promete.