El Hundidero luce con esplendor

María Montiel marmondua /
14 jun 2017 / 08:15 h - Actualizado: 13 jun 2017 / 23:23 h.
"Medio ambiente"
  • Un grupo de vecinos de Morón ya disfrutó ayer del nuevo parque de El Hundidero / M.M.
    Un grupo de vecinos de Morón ya disfrutó ayer del nuevo parque de El Hundidero / M.M.
  • Acto de la inauguración oficial de El Hundidero. / M.M.
    Acto de la inauguración oficial de El Hundidero. / M.M.
  • Un hombre observa las especies del parque de Morón. / M.M.
    Un hombre observa las especies del parque de Morón. / M.M.

Nexo de unión entre dos de los barrios con más solera de Morón de la Frontera, las Laderas del Hundidero se han reconvertido en un pulmón verde tras ser utilizadas durante varias décadas como espacio de vertido de diferentes tipos de residuos, fundamentalmente de obra.

Con más de 10.000 metros cuadrados se ha inaugurado en Morón un nuevo parque en la ciudad, muy cerca del casco histórico. Una amplia zona de esparcimiento denominada Laderas del Hundidero, que conecta el barrio de Santa María y Polígono El Rancho, habilitándose una serie de caminos para facilitar un paseo agradable, con unas vistas inmejorables de la ciudad.

Una inmensa ladera o barranco que ha sido reconvertida en espacio de ocio, «tras la deuda que se tenía con el barrio de Santa María, el más antiguo de Morón, y el que menos equipamiento tenía», manifestó el delegado de urbanismo Ignacio Cala.

Durante tres años, y con un presupuesto que ronda los 400.000 euros, se ha acondicionado esta amplia superficie gracias al antiguo Plan de Empleo Rural (PER) 2014-2015 y a una última parte de fondos municipales. Más de 180 peones y 28 oficiales han estado trabajando para hacer del parque un lugar privilegiado.

Margarita Pérez, de la asociación de vecinos del barrio de Santa María, admiró ayer el Hundidero agradeciendo la panorámica ante sus viviendas, ya que antes «era un cerro para tirar basura».

A la hora de diseñar esta zona verde para que fuese utilizada y práctica para los vecinos, el equipo técnico se encontró con la dificultad de las pronunciadas y escarpadas pendientes que suponían serios problemas técnicos en las obras. Sin embargo, la zona contaba con una inmejorable panorámica, así como un suelo muy texturado y fértil. Con ambos elementos tuvo que jugar el proyecto para que el resultado fuera este magnífico parque, que durante las tardes veraniegas es visitado por cientos de moronenses.

Desde un principio, se contempló dar acceso a la entrada del cercano parque Laderas del Gallo, para articular y dar continuidad al paseante y usuario, que accede directamente de un parque a otro, simplemente cruzando la carretera.

A pesar de la gran diferencia de cotas, se han podido habilitar dos zonas de praderas, que permiten su uso accediendo por rampas con tratamiento antideslizante –aptas para usuarios sin problemas de movilidad dada las pendientes con un porcentaje del 10 por ciento– que brindan la oportunidad de descansar en la pradera sin perder unas vistas muy abiertas y estratégicas de la ciudad. Además, desde las rampas se puede acceder a cualquiera de los puntos de la ladera.

El papel de los viveros municipales y de la planta de compostaje de la finca Casilla Alcázar ha sido fundamental a la hora del diseño del parque y del abastecimiento de material vegetal, suponiendo un importante ahorro económico para el Ayuntamiento de Morón.

Contabilizadas las especies diferentes que se han utilizado superan la centena y en número de más de 17.200 unidades de macetas plantadas en toda la extensión. En cuanto a la valoración económica ha quedado cuantificada en 81.335 euros. El delegado de Parques y Jardines, Antonio Bermúdez, enumeró la cantidad de macetas plantadas a la vez que emitía un ruego a los vecinos ya que «los parques son para cuidarlos».

Una petición que hizo extensible el alcalde, Juan Manuel Rodríguez (PSOE), quien manifestó, antes de realizar una visita al parque, que «este proyecto se está tomando como ejemplo a seguir dentro de los proyectos» de los planes de empleo rural.

Como curiosidad se puede resaltar que, en uno de los taludes, se optó por «jugar» con las especies y variedades con diferentes colores de plantas cubresuelos de la familia de las crasuláceas, que permiten ver con mucha claridad el nombre del municipio en diferentes épocas de floración, desde el cielo.

Nexo de unión entre dos de los barrios con más solera de Morón de la Frontera, las Laderas del Hundidero se han reconvertido en un pulmón verde tras ser utilizadas durante varias décadas como espacio de vertido de diferentes tipos de residuos, fundamentalmente de obra.

Con más de 10.000 metros cuadrados se ha inaugurado en Morón un nuevo parque en la ciudad, muy cerca del casco histórico. Una amplia zona de esparcimiento denominada Laderas del Hundidero, que conecta el barrio de Santa María y Polígono El Rancho, habilitándose una serie de caminos para facilitar un paseo agradable, con unas vistas inmejorables de la ciudad.

Una inmensa ladera o barranco que ha sido reconvertida en espacio de ocio, «tras la deuda que se tenía con el barrio de Santa María, el más antiguo de Morón, y el que menos equipamiento tenía», manifestó el delegado de urbanismo Ignacio Cala.

Durante tres años, y con un presupuesto que ronda los 400.000 euros, se ha acondicionado esta amplia superficie gracias al antiguo Plan de Empleo Rural (PER) 2014-2015 y a una última parte de fondos municipales. Más de 180 peones y 28 oficiales han estado trabajando para hacer del parque un lugar privilegiado.

Margarita Pérez, de la asociación de vecinos del barrio de Santa María, admiró ayer el Hundidero agradeciendo la panorámica ante sus viviendas, ya que antes «era un cerro para tirar basura».

A la hora de diseñar esta zona verde para que fuese utilizada y práctica para los vecinos, el equipo técnico se encontró con la dificultad de las pronunciadas y escarpadas pendientes que suponían serios problemas técnicos en las obras. Sin embargo, la zona contaba con una inmejorable panorámica, así como un suelo muy texturado y fértil. Con ambos elementos tuvo que jugar el proyecto para que el resultado fuera este magnífico parque, que durante las tardes veraniegas es visitado por cientos de moronenses.

Desde un principio, se contempló dar acceso a la entrada del cercano parque Laderas del Gallo, para articular y dar continuidad al paseante y usuario, que accede directamente de un parque a otro, simplemente cruzando la carretera.

A pesar de la gran diferencia de cotas, se han podido habilitar dos zonas de praderas, que permiten su uso accediendo por rampas con tratamiento antideslizante –aptas para usuarios sin problemas de movilidad dada las pendientes con un porcentaje del 10 por ciento– que brindan la oportunidad de descansar en la pradera sin perder unas vistas muy abiertas y estratégicas de la ciudad. Además, desde las rampas se puede acceder a cualquiera de los puntos de la ladera.

El papel de los viveros municipales y de la planta de compostaje de la finca Casilla Alcázar ha sido fundamental a la hora del diseño del parque y del abastecimiento de material vegetal, suponiendo un importante ahorro económico para el Ayuntamiento de Morón.

Contabilizadas las especies diferentes que se han utilizado superan la centena y en número de más de 17.200 unidades de macetas plantadas en toda la extensión. En cuanto a la valoración económica ha quedado cuantificada en 81.335 euros. El delegado de Parques y Jardines, Antonio Bermúdez, enumeró la cantidad de macetas plantadas a la vez que emitía un ruego a los vecinos ya que «los parques son para cuidarlos».

Una petición que hizo extensible el alcalde, Juan Manuel Rodríguez (PSOE), quien manifestó, antes de realizar una visita al parque, que «este proyecto se está tomando como ejemplo a seguir dentro de los proyectos» de los planes de empleo rural.

Como curiosidad se puede resaltar que, en uno de los taludes, se optó por «jugar» con las especies y variedades con diferentes colores de plantas cubresuelos de la familia de las crasuláceas, que permiten ver con mucha claridad el nombre del municipio en diferentes épocas de floración, desde el cielo.