El Museo del Prado no tiene ninguna intención de abrir un debate sobre la posible devolución de la Inmaculada de los Venerables -o de Soult- de Murillo a Sevilla, la ciudad para la que fue pintada. La obra, una de las principales piezas de la exposición sobre el pintor sevillano y el mecenas Justino de Neve, El arte de la amistad, se encuentra estos días en Londres, última parada de esta muestra. Después el lienzo regresará a Madrid.
La presencia de esta Inmaculada en su lugar de origen, el Hospital de Los Venerables, durante el paso de la citada exposición por la capital hispalense originó un movimiento ciudadano y político de reivindicación de esta emblemática pieza, expoliada por las tropas napoleónicas durante la ocupación francesa. La Diputación de Sevilla en pleno fue la primera institución en reclamarla el pasado noviembre. También la asociación Sevillasemueve, Velázquez por Sevilla o el Partido Andalucista (PA) se sumaron a esta petición.
Precisamente el ministro de Educación y Cultura, José Ignacio Wert, contestó a una carta remitida por este partido al Gobierno reclamando el cuadro. Wert le emplazó a elevar esta reivindicación al Patronato del Museo del Prado, órgano autónomo y competente en este asunto.
Sin embargo, desde la pinacoteca nacional no quieren ni oír hablar de esta posibilidad. Este periódico ha intentado en repetidas ocasiones conocer las intenciones del museo con respecto a la solicitud sevillana, sin suerte.
Desde el gabinete de prensa de esta institución aseguran que no se va a informar sobre este asunto a la prensa. Ni confirman ni niegan que se haya recibido una petición oficial por parte de alguna administración sevillana. Además, avisan de que en caso de que el patronato abordara esta cuestión, no se informaría previamente ni se daría cuenta de la deliberación._Sólo se comunicaría a la parte interesada, es decir, a quien hubiera presentado la solicitud. Parece que se pretende evitar que el debate público sobre la ubicación de la obra de Murillo se alimente.
La asociación Sevilla Se Mueve elaboró un manifiesto en el que instaba a las administraciones, al Museo del Prado, a la Fundación Focus Abengoa -organizadora de la exposición- y al Arzobispado a llegar a un acuerdo para que el lienzo regrese definitivamente a su emplazamiento original.
El cuadro fue expoliado por los franceses durante la ocupación napoleónica y más de un siglo después fue devuelto a España tras ser intercambiado, por el gobierno de Franco, por un cuadro de Velázquez, entonces más cotizado que Murillo. Sin embargo, la Inmaculada no regresó a Sevilla, se quedó en Madrid en el Museo del Prado, su actual propietario.
En todo este debate hay instituciones como la Junta y el Ayuntamiento que de momento no se han pronunciado. Recientemente estuvo en la ciudad el ministro de Educación, Cultura y Deportes, José Ignacio Wert, que se vio con el alcalde, si bien no ha trascendido nada de aquel encuentro. -->-->
