El Sevilla cae en el Monumental ante el River Plate (1-0)

Un penalti no señalado a Aspas pudo haber variado el partido, pero el colegiado paraguayo no vio infracción.

27 mar 2015 / 08:51 h - Actualizado: 27 mar 2015 / 19:44 h.
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  •  Iago Aspas (d) de Sevilla FC de España disputa el balón con Germán Pezzella de River Plate de Argentina. / EFE
    Iago Aspas (d) de Sevilla FC de España disputa el balón con Germán Pezzella de River Plate de Argentina. / EFE

Lejos de su mejor nivel, futbolístico y físico, el Sevilla cayó ante el River Plate en la denominada Copa Euroamericana que enfrentó esta madrugada en Buenos Aires al equipo argentino, campeón de la Copa Sudamericana, y al hispalense, campeón de la Europa League. Un gol de Kaprof en los minutos finales decantó la balanza en favor del River, si bien ambos equipos fallaron numerosas ocasiones durante la primera hora de partido. Un penalti no señalado a Aspas pudo haber variado el desenlace, pero el colegiado paraguayo no vio infracción.

La primera parte fue más emocionante de lo esperado, toda vez que tanto el Sevilla como el River Plate generaron varias ocasiones de gol claras a pesar del mal estado del césped, repleto de agujeros y obstáculos que impedían que el balón rodase con normalidad. Primero avisó el Sevilla con un tiro de Gameiro a pase de Reyes, pero detuvo Chiarini. Insistieron los de Emery con una falta directa del utrerano que también paró el portero del River, el cual estuvo acertado en la más clara para el Sevilla, en un mano a mano de Aspas que salvó con acierto. Para entonces, el cuadro argentino había ya inquietado a Beto, que reapareció tras varias semanas lesionado. El portugués estuvo atento a un tiro cercano de Solari y a dos lanzamientos peligrosos de Pisculichi y Simeone. Los dos rozaron el palo derecho de la portería sevillista. Ninguno de los dos equipos estuvo acertado y el 0-0 no se movió al descanso, pese a que Gameiro a punto estuvo de rematar a gol un pase de Aleix Vidal desde la izquierda.

Emery puso un once bastante competitivo, con la única novedad de Romero en el centro del campo junto a Carriço. Si algo mostró la primera mitad es que el Sevilla necesitaba a Reyes si quería llegar a la portería rival y que el River Plate requería de la buena zurda del exmallorquinista Pisculichi para crear peligro. En la segunda parte aparecieron los cambios. Kolo, Iborra, Barbosa y Diogo salieron y se pudo ver a Coke en la medular, posición que ocupó en varios partidos oficiales con dudoso rendimiento.

El partido siguió bajo la misma batuta: llegadas peligrosas en ambas áreas y nulo acierto de los jugadores de ataque. El River disparó dos veces al palo y Barbosa atajó varios balones complicados. En cuanto al Sevilla, con Reyes algo apagado, le costó más aproximarse al área millonaria, pero las veces que lo hizo inquietó. El árbitro pudo haber señalado un penalti de Solari a Aspas, pero prefirió no meterse en líos, mientras que Iborra empalmó alta una pelota servida al área por Gameiro. Emery aprovechó el bajón físico de los suyos para ver en acción al prometedor Borja Lasso.

Pero nada más salir, el River marcó el gol de la victoria gracias a un gol extraño de Kaprof, que remató de espuela un buen centro de Mora. El jugador argentino forcejeó con Navarro mientras Barbosa desistió de salir a por el balón, que parecía que se perdería por la línea de fondo. Kaprof sólo encontró ese inusual recurso en el segundo palo para alojar el balón en la red. El 1-0 supuso una estocada definitiva para los de Unai, superados por un River más enchufado e intenso en la segunda mitad y que se llevó esta Copa Euroamericana que, aunque no oficial, fue tremendamente disputada y reunió en el Monumental de Buenos Aires a dos históricos como el River Plate y el Sevilla, dos campeones continentales, y a 50.000 hinchas. Casi nada.