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Pilar González, la semana pasada durante el primer debate de su programa ‘Paralelo 36’. / Pepo Herrera
Pilar González tiene el privilegio de contemplar la actualidad (española en general y andaluza en particular) desde una doble perspectiva que le ayuda a obtener una visión y una comprensión de los fenómenos de lo más completa: primero, como política, ya que ha sido la última candidata andalucista a la Alcaldía de Sevilla; y desde la semana pasada, también como comunicadora, con su programa de debate titulado Paralelo 36, en El Correo TV. Una dualidad con la que ayer se mostraba encantada y de la que pretende servirse cada miércoles por la noche para sacudir las conciencias de los telespectadores y engrasarles la máquina de pensar. No hay ni un minuto que perder, da a entender ella con sus palabras: el mundo está cambiando inexorablemente hacia otra época y del papel que jueguen los ciudadanos dependerá de que sea para bien de ellos o una calamidad. «Todo puede pasar», advierte, no obstante esperanzada.
En esta segunda entrega de su tertulia política, González propone un tema tan actual como peliagudo: el separatismo catalán. Pero no para detenerse en ese fenómeno, extraordinariamente destripado ya en infinidad de medios de comunicación, sino para ir más allá y plantear qué efectos tendrá en Andalucía este movimiento estratégico de un sector de la política catalana, «efectos que se materializarán tanto si se independizan como si no», porque «en el fondo, de lo que se está hablando en este asunto es de dinero».
«Llevamos todo el año hablando de Cataluña», dice. «Y Andalucía, ¿qué? Lo que pase allí nos va a afectar aunque sea a efectos de pacto fiscal. Incluso si vamos a un cambio territorial, Andalucía no puede perder el estatus que consiguió. Cuando unos ganan, otros pierden», explica con cierto tonillo de sospecha. «Para que Cataluña se quede, el dinero habrá que quitarlo de algún sitio, ¿y de dónde se va a quitar? De Andalucía. También se trata de estatus político, y aquí hay que decir que no puede permitirse que Andalucía retroceda. En un hipotético caso de modelo federal, jugarían Cataluña y el País Vasco en igualdad con el resto de España, incluida en ella Andalucía? No podemos quedarnos mirando lo que ocurre», sostiene. «Además, estoy convencida de que habrá una negociación bilateral entre Cataluña y el Estado, y las consecuencias de los acuerdos que se alcancen no pueden ser perjudiciales para Andalucía.
Sobre la identidad de los contertulios de esta noche, afirma, sin dar nombres –prefiere reservarse la sorpresa– que serán «una mezcla de diferentes trayectorias e ideas», con amplia representación del mundo universitario, entre otras. «Se trata de crear un espacio no ya para el acuerdo o para la discrepancia, sino un espacio de dialéctica, ya sea para acabar en encuentro o en desencuentro». Le reportará algún beneficio añadido el que sea miércoles, que ella, reconocida mitóloga «así se definía ayer», identifica con «el día de Mercurio, el mensajero», o sea, buenos augurios para los cometidos de la comunicación. Miel sobre hojuelas.