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«Veo más un rescate del peaje que inversiones sin sentido»

Tras patearse casi toda la provincia, el cabeza de lista socialista hace balance de campaña y muestra sus bazas para «el cambio», como tumbar las reformas de Rajoy y plantear «plazos realistas» para obras como la SE-40

Iñaki Alonso @alonsopons /
17 dic 2015 / 08:21 h - Actualizado: 17 dic 2015 / 08:24 h.
"PSOE","Elecciones Generales 2015","Antonio Pradas"
  • El candidato del PSOE al Congreso de los Diputados por Sevilla, Antonio Pradas, posa en los Jardines Murillo, justo delante del monumento dedicado al descubridor Cristóbal Colón. / Pepo Herrera
    El candidato del PSOE al Congreso de los Diputados por Sevilla, Antonio Pradas, posa en los Jardines Murillo, justo delante del monumento dedicado al descubridor Cristóbal Colón. / Pepo Herrera

{A días de la decisiva cita con las urnas, Antonio Pradas (El Rubio, 1963) puede contar con los dedos los pueblos que le quedan por visitar. Lo avisó hace dos meses, cuando el PSOE le encomendó la tarea de suplir al incombustible Alfonso Guerra. Se iba a «patear la provincia» para amarrar ese fortín que desde 1977 ha sido Sevilla para su partido. Pese a estar en eterna caravana, tiene un hueco para una entrevista que se realizó ayer en los Jardines Murillo, antes de poner rumbo a Lebrija.

—Sorprende que el PSOE de Sevilla lleve una media de 20 actos por día de campaña, ¿es lo habitual o es motivado por el novedoso escenario que se avecina con el 20-D?

—Es la oportunidad de cambiar el gobierno y, al ser una campaña en víspera de Navidad, es más difícil movilizar a la gente. Por eso el esfuerzo adicional, no solo en actos puntuales, sino que nos llevó a mercadillos navideños, belenes vivientes... hemos hecho cosas que no habíamos hecho nunca en la historia de la democracia.

—Ha llegado a hablar de victoria holgada en Sevilla, pero los sondeos hablan de un escenario más apretado.

—Siempre he dicho que vamos a ampliar la ventaja con la segunda fuerza en Sevilla y también en Andalucía, donde en 2011 perdimos por ocho puntos. Desde 1977 hemos ganado todas las elecciones en Sevilla y volverá a ocurrir. Pero es verdad que hay nuevos actores en la política nacional y el reparto de diputados puede variar.

—¿Cree que es una batalla de cuatro por el poder o de dos por el puesto del PSOE?

—El objetivo de las fuerzas emergentes no es acabar con el gobierno del Rajoy, sino con el PSOE, cosa que me parece desleal con los ciudadanos, porque nuestra aspiración es cambiar las políticas, no fragmentar una oposición con otro gobierno del PP. El PSOE es la única alternativa y pedimos el voto al 70 por ciento del electorado que pide un cambio. Lo demás será legítimo, pero no operativo.

—¿A quién hace más daño la corrupción, al PP o al PSOE? En el debate, Rajoy comparó los ERE al caso Gürtel.

—La corrupción daña a todas las instituciones y es el gran desafío de España. No se cómo afecta al PP y sus votantes estos casos. A los socialistas la corrupción nos asquea, porque pone en duda la honorabilidad de una inmensa mayoría de personas que nos dedicamos a la política de manera honrada. Por eso, nos sentimos orgullosos cuando nos dicen que los votantes socialistas castigan más la corrupción.

—Sobre el debate televisivo, ¿no cree que Pedro Sánchez perdió más que gano?

—La prueba de que ganó el debate es la campaña que ha montado el PP para desacreditar esta victoria a partir de las declaraciones que realizó sobre la corrupción. La corrupción es grave siempre, pero en la del PP es sangrante. Es lógico que los ciudadanos quieran escuchar eso. Si no, pensarían que habría un compadreo entre los grandes partidos para no hablar.

—En ese debate, Rajoy vinculó a Sánchez con Bankia.

—Ahí se da cuenta del desequilibrio de las acusaciones. Rajoy solo sacó como reproche que participó en un consejo de administración que estaba obligado acudir como edil del Ayuntamiento de Madrid. Comparar eso con otro en el que se acusa de romper el ordenador de Bárcenas a martillazos, es un síntoma evidente del acorralamiento del presidente.

—En campaña habla mucho de la lentitud de la SE-40 pero ¿cuál sería el plan socialista sabiendo que la caja estatal no está boyante?

—No es momento para destinar los recursos exclusivamente a infraestructuras, ya que hay inversiones más urgentes como los servicios sociales, la sanidad, la educación o la dependencia. Pero hace falta una programación realista y dentro de las posibilidades de inversión de Sevilla y que, desde luego, vamos a hacer que estén en la media nacional, no como ahora. Las prioridades son ejecutar los túneles y buscar la conexión más rápida a Cádiz y Algeciras. No puede pasar más que un proyecto de 100 millones contemple 60.000 euros en los presupuestos como ha pasado con tramos de la SE-40. Eso es una tomadura de pelo.

—¿Qué haría con el Metro y la conexión ferroviaria?

—En todo lo relacionado con el Metro debe haber un pacto de administraciones. Para la línea 1, la Junta hizo un esfuerzo considerable, al igual que en la redacción del resto de líneas. El Estado podría haber dado el primer paso como sí hizo en Madrid, Barcelona y Valencia.

—Pero es la pescadilla que se muerde la cola, ¿primero el Estado o primero la Junta?

—Lo lógico es que el primer presupuesto redactado, el del Estado, dé el paso. Ahora podría darlo la Junta, pero si no hay cofinanciación estaríamos en un callejón sin salida. El PP demostró que no tiene ningún compromiso con el Metro. Si llegamos al Gobierno, se verá en el primer presupuesto. Los diputados por Sevilla nos encargaremos que esté.

—¿Esperará a 2019 o se rescatará el peaje ahora que se ha iniciado el desdoble?

—Hay estudios que ven menos costoso rescatar el peaje a Cádiz. Soy partidario de eliminar el peaje antes de hacer inversiones sin sentido.

—Zoido (PP) ha prometido 100.000 trabajos para Sevilla, ¿puede cuantificar sus medidas por el empleo?

—No me gusta cuantificar, porque supone un buen titular, pero después suele generar frustración. Los políticos debemos ser más serios. Zoido habla de 100.000 puestos y hace 4 años cuando se presentó a la Alcaldía, también. No se si son los mismos que no creó como alcalde. Lo importante es apostar por la industrialización. Sevilla tiene experiencias en la industria agroalimentaria, la aeronáutica, incluso la de defensa y naval. Esos sectores tienen que hacer una apuesta, con ayuda del poder público, por la modernización y para que haya industrias auxiliares. Y, a partir de ahí, indagar en los recursos endógenos de Sevilla, en su turismo, en su cultura. Para eso es fundamental una oferta museística de la provincia que no hay, donde la Junta ha ofrecido un sitio emblemático como el Palacio de Monsalves...

Zapatero tampoco apostó mucho por rehabilitar el Arqueológico y el Bellas Artes.

—Hubo algo, pero coincidió con los años más duros de la crisis. Pero se supone, según el PP, que la situación ha cambiado; que España, lo digo con ironía, es la locomotora de Europa. No tiene sentido no apostar por ello.

—¿Ve salida para Abengoa?

—Debe haber una sensibilidad de todas las administraciones. La Junta lo está teniendo con su presidenta, Susana Díaz. Pero noto frialdad en el Estado, que deja a los bancos que analicen cómo está la deuda. El Estado tiene legitimidad, con el rescate, de solicitar a los bancos para busquen soluciones para estos trabajadores.

—En la zona franca, todos se apuntan al tanto. ¿Es de Zapatero, Rajoy o de Zoido?

—La zona franca debe ser un patrimonio de todos los sevillanos. No se trata de que nadie se apunte el tanto sino de que sea una realidad para el desarrollo económico. Ahora el alcalde, Juan Espadas, se ha comprometido con el ministro en el vallado. Eso es lo que tienen que hacer las administraciones: cumplir cada una sus compromisos.

—¿Hay esperanza para los trabajadores españoles despedidos de la base de Morón?

El PSOE ha estado siempre del lado de los trabajadores porque es un tema de soberanía nacional. El PP se jacta mucho de patriotismo, pero solo lo demuestra envolviéndose en la bandera, no defendiendo a los españoles que trabajan en la base. Se ha intentado por activa y por pasiva que se mediara con EEUU para solucionar el problema y más cuando hay un incremento de la carga de trabajo. Por parte del PSOE de Sevilla vamos a hacer todo lo posible por su futuro.

Criticó mucho la reforma local, pero los ayuntamientos tienen las cuentas mejor que hace cuatro años.

—Su superávit no tiene nada que ver con la reforma local.

Pero así lo dice el PP

—De la deuda de los ayuntamientos que se usó como argumento de la reforma local, la mitad era de Madrid. La inmensa mayoría están saneados, aunque haya excepciones víctimas de la crisis. La reforma local proyecta un futuro injusto con las administraciones más cercanas al ciudadano. No se pueden cerrar las puertas de los ayuntamientos a las mujeres amenazadas por violencia de género, ni al empresario que viene a instalarse en un pueblo ni a una persona mayor que tiene un problema para cobrar su dependencia o su pensión de viudedad. Vamos a derogar esa reforma y apostar por unos ayuntamientos que tengan una autonomía y que cuenten con una financiación local.