¿Es el Sr. Ministro?: oiga, que a este argentino me lo haga español; a la orden

El pueblo estaba tan harto de las subidas de precios que, al subir los autobuses,

h - Actualizado: 09 ago 2018 / 20:54 h.
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Cuando empezamos esta Historia, basada íntegramente en lo publicado en El Correo de Andalucía en agosto de 1978 hasta el día 10, la artista que está más en candelero es Isabel Pantoja que, al comenzar el mes, triunfa esplendorosamente en Chiclana.

La invitación a participar en la Feria del simpático pueblo gaditano nació de la anulación que Isabel recibió para ser Reina de la Vendimia de Jerez después de haber sido nombrada, anulación que se justificó con la aseveración de que «no era jerezana».

En Chiclana su triunfo ha sido apoteósico, apoteosis que ha repetido en Los Palacios donde nos ha declarado al final de la función: «lo difícil no es llegar, lo difícil es mantenerse».

Paquirri, quinto clasificado

Entre los toreros –damos su clasificación cada 2-3 semanas– figuran en el primer puesto Manzanares y Capea con 36 corridas (y 54-41 orejas respectivamente), seguidos de Dámaso González, Ángel Teruel y Paquirri, este con 26 corridas y 54 orejas también.

Lidera Emilio Muñoz la clasificación de los novilleros (32 novilladas-64 orejas) seguido de Espartaco (31-69) siendo de destacar que en el puesto 12º está Maribel Atiénzar con 12-8 y en el 22º Mari Fortes con 6 novilladas y 5 orejas.

En el rejoneo destacan Joao Moura y Álvaro Domecq con 18 corridas, ocupando nuestros admirados Rafael Peralta el puesto 8º con 10-17, y Ángel Peralta el 18º con 3 corridas y 3 orejas; en cuanto a mujeres rejoneadoras tenemos en el 17º a Rosa de Alba con 3-6, y a Lolita Muñoz en el último lugar porque, aunque figura en el escalafón, no ha rejoneado este año.

El exbético Quino llama a la huelga

En el fútbol, y teniendo en cuenta que es agosto, la figura más importante es Quino, el que fue del Betis, después del Valencia y todavía figura en la plantilla del Cádiz; le viene la importancia de que es el presidente de la recién creada (hace pocos meses) AFE, asociación que está preparando la que quizá sea primera huelga importante del fútbol español

La razón de la huelga es que el presidente de la Federación, Pablo Porta, es pelín antiguo régimen, por decirlo suavemente.

En el Betis la noticia es que la directiva dice y redice que Cardeñosa, Biosca y Gordillo no se venden, ni siquiera Cardeñosa, a pesar de su fama mundial porque hace poco, en el Mundial de Argentina, ejecutó un no-gol que ha pasado a la Historia y que ha abierto a los no filósofos la puerta de esa expresión filosófica y sintética de lo que pudo haber sido y no fue.

Lo de recalcar la no-venta (sigamos con la expresión aprendida) de los más renombrados jugadores béticos tiene su aquel ya que nuestro equipo de Heliópolis ha bajado a 2ª división después de haber sido Campeón de Copa el año anterior con los mismos Esnaola, Alabanda, Muhren, García Soriano...: típico español que es él.

El Sevilla sigue su paso normal, siempre por la mitad de la tabla, con los bombardeos de Scotta apoyándose en Bertoni, Pablo Blanco, Gallego, Montero, Sanjosé, Juan Carlos, Rubio, Álvarez...

En los mentideros futbolísticos el tema general por el que todos andamos de cabeza es el de los oriundos: todos los equipos tienen varios que lo son, o no lo son, o lo son pero no lo parecen etc. etc. que de varias expresiones filosóficas más se podía retratar esa singular viña del Señor (el mismo Betis tiene un medio-fichado Killer que no hay manera de demostrar si es quién es o es su primo hermano); la noticia principal en tan arduo y escabroso (y jurídico) asunto es que ha entrado en liza el ingenio español.

Y es que hay un oriundo, o lo que sea, que intenta fichar el Atlético de Madrid y que se llama González, (concretamente Oswaldo Raúl González Pentito), argentino, o eso dicen, y mientras, por ejemplo, con el mentado Killer llevamos 200 Correos a ver si viene o se va, si llega o se marcha, aparece de pronto el tal González, levanta el auricular Vicente Calderón marcando el número del ministro de Sanidad Sánchez de León, que es aficionado del Atlético, este levanta el auricular señalando los dígitos del ministro de Justicia Lavilla, y ¡tras!, ya es español el tal González, sin más averiguaciones ni principios ni gaitas ni documentaciones anexas: y es que algo nos queda (y nos quedará siempre) del antiguo régimen: es el axioma (más filosofía), «España es diferente».

Escuredo, un hombre muy viajado

A Escuredo, cuando se fundó la Junta el 27 de mayo, lo hicieron ministro regional (que es como casi siempre se dice ahora) de Obras públicas, y será, quizá, porque el presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, no acaba de hacernos ninguna transferencia, se ha ido a recorrer Suramérica

Para nosotros ha sido estupendo porque al volver nos ha hecho una magnífica crónica de cómo está el cono sur, dicho sea con todos los respetos: Uruguay es una cárcel, es como España 1940; la oposición en Argentina no está demasiado activa (¿porque se la cepillaron entera en el 76?); el Chile de este 78 es como España del 72; tanto en Chile como en Argentina se vive en una cierta tolerancia, u otra expresión no encuentra Escuredo desde el momento en que en ambos países ha podido entrevistarse con la iglesia (que, sobre todo en Chile, lucha denodadamente por la democracia), y con los partidos de la oposición y con todos los ministros y directores generales, y vicepresidentes y Consejo de Estado, y en Argentina hasta con las famosas madres de la Plaza de Mayo.

En Brasil lo que más le llamó la atención es que están preparando tener elecciones para pasar de la Dictadura militar a la democracia.

Portugal: se marchitaron los claveles

De un país más cercano, de Portugal, son nuestros cronistas los que nos cuentan todos los días cosas tristes porque, después de aquella revolución de los claveles del 74 que nos sirvió de acicate para aumentar nuestra presión hacia el cambio de régimen, lo cierto es que llevan 2-3 guerras civiles, según como se cuenten, entre los partidos y los militares, y entre los comunistas prosoviéticos y los demás, liderados éstos por los socialistas de Soares, con batallas callejeras y conquistas y pérdidas y posteriores reconquistas de bases militares y de cuarteles durante días y días.

Y hoy es noticia porque el presidente, el general Eanes (general pero que, no obstante, es presidente porque ganó las elecciones, muy restringidas, desde luego, porque no hay que olvidar que la revolución portuguesa, en sus inicios, fue absolutamente militar), pues el presidente Eanes anda abroncando a los partidos porque no acaban de formar Gobierno, lo que puede embrollar otra vez la situación porque amenaza con nombrar un Gobierno de tecnócratas como aquellos nuestros del 72 o parecidos, todo en un clima general, que dura ya casi tres años, que, mirado históricamente, nos mueve a las mejores alabanzas y agradecimientos hacía nuestra transición española donde el rey, además de pilotar el cambio, sigue actuando en este 78 como pastor atento y vigilante que evita que nos descarriemos, a pesar de los enormes problemas y disgresiones como son, por ejemplo, ETA y las exigencias catalanas: poco a poco vamos redactando nuestra Constitución, como después veremos, y vamos encajando el puzle regional, pero –lo reconocen hasta los republicanos– sin enfrentamientos ni colisiones como las que están teniendo lugar en el país vecino gracias a que hay arriba hay un Señor fijo que no tiene que ver nada con nadie.

Sucede, también, que aquí no hay ningún partido prosoviético y EEUU se deshace en elogios hacia nuestra transición (es el líder de esta parte del mundo, nos guste o no: ahora mismo esos elogios acaba de expresárselos el presidente Carter a nuestro vicepresidente Gutiérrez Mellado, que está por allí hablando de colaboración con la OTAN y con el FBI), mientras los mismos EE.UU. tuvieron que enviar la VI Flota a las puertas de Lisboa porque Cunhal y sus ayudantes llegados de los lejanos Urales estaban pasándose de castaño oscuro.

¡Viajeros al tren, destino la URSS!

Pero estábamos en el punto del viajecito de Escuredo, viajecito del que, cuando ven sus compañeros socialistas que regresa sin que se forme ninguna tremolina, pues vámonos nosotros a la URSS (ya veremos viajecitos de otros partidos las próximas semanas, no se apuren), a ver... ¿quién se apunta?, a ver... a qué decimos que vamos?: vale «que vamos a ver cómo es la estructura municipal rusa» (les repito, no se apuren: hubo viajecitos en estos tiempos de todos los partidos).

Y así Guillermo Galeote, secretario de Propaganda; Luis Fajardo, vocal Municipal de la Ejecutiva; Rafael Ballesteros, vocal de Cultura, y Carlos Sanjuán, que en el comunicado del viajecito figura como simple diputado, pero nosotros sabemos que es ministro regional de Interior de la Junta, hacen sus maletas, cogen dinero oficial, y palante.

Muy distinto nos parece a todos el viaje que, también a la URSS, inicia el muy influyente dirigente comunista (aunque no llegue a diputado, por Sevilla, precisamente, hasta el año que viene) Fernando Pérez Royo y muy distinto este viaje porque va invitado por el Comité central del PCUS, y eso son palabras mayores; desde luego no va con cargo a mi bolsillo, lo que es de agradecer, pero Breznev, Andropov y Gorbachov (este todavía desde la 4ª fila) y el gélido Putin, que anda aún por la 19ª, no te llaman en balde.

Las medicinas del Seguro dejan
de ser gratis

Y hablando de bolsillo, aquí todo no hace más que subir y subir, el IPC es todos los años de más o menos el 24%, y por ponerles unos ejemplos, hace poco la leche en bolsa subió el 6% hasta las 29,50, el tabaco de importación un 50%, el nacional un 30%,las cerillas de 1,50 pasaron a dos pesetas; todas las marcas de coche han subido sus precios cada seis meses...

Y desde junio todo el mundo paga por lo menos el 30% de las medicinas (se acabaron aquellos tiempos en los que todas las del Seguro eran gratis), y lo más gordo ha sido que Tussam ha puesto los billetes normales a 12 pesetas y el nocturno a 15, y digo lo más gordo ¡porque se ha formado una!: cuando empezaron los debates en el Ayuntamiento para esa subida, en abril –el día 17: los debates han durado meses–, el público asaltó los escaños a grito pelado con una bandera roja y tuvo el Alcalde que llamar a los municipales a desaojar expeditivamente la sala.

Todo lo cual, como dice el PCE, sobre todo medicinas y autobuses, afecta negativamente a la economía de los trabajadores, cuando el paro sube también como la espuma, como les contaré luego.

El alcalde sigue siendo del antiguo régimen

He mencionado al alcalde; les cuento: recuerden que aquí ha habido elecciones relacionadas con la reforma política, es decir, de diputados y senadores, pero todavía no las ha habido de alcaldes y concejales, por lo que todos son de la época anterior, no obstante lo cual un servidor cree que les debemos el mayor de los agradecimientos porque, aunque mi pensamiento sea el contrario al suyo, el que estén aguantando ahí y haciendo seguir bastante bien toda la Administración de todas las ciudades y pueblos, a pesar de los improperios que frecuentemente la gente corriente les dedica, ese esfuerzo, ese aguante, sin cobrar porque nunca cobraron, y con enormes quebraderos de cabeza (porque Suárez no les está enviando ni para los pagos más necesarios) es para agradecérselo toda la vida.

Algunos, escasísimos gracias a Dios, dimitieron cuando la cosa se les puso fea, como nuestro alcalde Fernando Parias, pero en seguida Pérez de Lama se presentó para el sacrificio, y con José Jesús García Díaz, Jesús Conejero Marcos, Luis Montero Bernal, Manuel Montero, Ginés López Cirera, Juan Sánchez y muchos otros están haciendo que Sevilla siga funcionando (lo mismo que todas las ciudades, pueblos y Diputaciones) y hasta alguna ocasión tendré, aunque es esta una visión general y no una Historia de Sevilla, de mostrarles algunos proyectos que ahora están empezando su puesta en ejecución y que serán de extraordinaria importancia para el futuro (como la Corta de la Cartuja y el Polígono Aeropuerto).

Pero sigamos con los malditos precios porque últimamente han subido Iberia y el viaje a Ceuta, y en estos días los telegramas (hasta las 15 pesetas los normales y 90 los urgentes, además de una pta. por palabra como siempre) y ha subido el azúcar, y reconoce el Gobierno que está estudiando otra subida de toda la energía, que ya en enero luz, gasolina, butano, etc. tuvieron su tirón para arriba, como es costumbre.

Pero lo que lleva el Gobierno estudiando de verdad tantos meses como el Ayuntamiento los Tussam es la subida de los libros de texto porque son millones y millones que hay que clavarles a todas las familias: ya es agosto y ya nos va haciendo el cuerpo de que el 12%, por lo menos, no nos lo quita nadie.

Manuel Alfonso Rincón

Cuando se iba aproximando el final del franquismo una parte de la burguesía sevillana luchó para que ese final se acelerase, a la vez que se iba preparando para la nueva etapa que se avecinaba, dado que ya se daban las condiciones de una abundante clase media y de que todo nuestro entorno era occidental y democrático. Nueva etapa que no podía ser otra que la democracia.

Esa significativa porción de nuestra burguesía se congregó en torno a nuestro Correo de Andalucía con el apoyo absoluto e incondicional del cardenal Bueno Monreal que, sin dejar de pertenecer a la Iglesia y a su destacada jerarquía, vino totalmente transformado del Concilio Vaticano II.

Bueno Monreal se creyó el Concilio, y toda la apertura y nueva iglesia que proclamaba Juan XXIII, tanto o más que Juan Pablo I. Se lo creyó tanto que muchos empezaron a tildarle de el Tarancón de Andalucía.

Ambos, Bueno Monreal y una parte de la burguesía –de la que formaban parte los que después serían llamados andalucistas como Alejandro Rojas–Marcos, Juan Carlos Aguilar y Emilio Pérez Ruiz, con el apoyo casi diario de los catedráticos de Derecho Carrillo Salcedo y Guillermo Jiménez–, ambos, decía, relanzaron el periódico con un punto de apoyo, los primeros años del periodo del que hablamos, del director José María Javierre, acertadísimo nombramiento del presidente de la Junta de fundadores, Bueno Monreal.

La meritoria amalgama de burguesía lanzada hacia el progreso e iglesia defensora a ultranza de los derechos humanos se vio potenciada por el interés que, en cuanto empezaron a levantar cabeza, los socialistas pusieron en el periódico.

Era la columna que nos faltaba para levantar un interesante edificio con las páginas, más o menos anónimas, de Felipe González y, ya con la firma al pie, Borbolla, Cabrera Bazán, Fernández Viagas y otros, y, por fin, con la suprema e innovadora Sección exclusiva –primera en España– para el ámbito del trabajo titulada Mundo laboral.

Tanta fue la querencia entre uno y otros, entre El Correo y los trabajadores sevillanos, que durante años la forma de saber que ibas a una mani o que estabas en una Asamblea para conseguir algo era ir con El Correo bajo el brazo.

Otra sección de aquella burguesía tomó contacto con El Correo, la de Clavero, a cuya constitución de su partido el PRAC, Partido Regional Andaluz de Centro, fomentamos y asistimos: después se llamó PSLA (Partido Social–Liberal Andaluz) y dejó de formar parte de la amalgama de El Correo, aunque siempre nuestras páginas estuvieron abiertas para sus artículos, y nuestras entrevistas y apoyos fueron constantes.

Comenzada la Transición, aquella burguesía andalucista y ambiciosa de justicia y progreso, y aquel cardenal deseoso de que el bienestar alcanzase a todo el pueblo, potenciada la unión por las ínfulas marxistas del PSOE–renovado (así se llamaba, en contraposición al histórico), no se pararon en el relanzamiento de El Correo sino que, tras estudiar con todo interés el panorama informativo sevillano y andaluz, y visto cómo estaban organizados los grupos de comunicación en el mundo occidental, en junio del 76 sacaron a la calle el vespertino Nueva Andalucía con toda la información de la mañana y reportajes más livianos para los trabajadores que, con su mono azul –tiempos aquellos– a cientos acababan de salir del trabajo.

Porque no había prensa laboral en Sevilla, ya que el que fue diario de la tarde Sevilla, de ideología conservadora y falangista, en abril del 76 había trocado en Suroeste y se había mudado a la mañana.

Pero no pararon ahí nuestros dos protagonistas porque, hay que ponerse en aquellos tiempos, en el tema de las radios no había mucho empuje que digamos en favor de la democracia y, sobre todo, del regionalismo andaluz y de la autonomía ni en Sevilla ni en toda la región: aquella Cadena SER era una Cadena SER absolutamente distinta a la del siglo XXI, y Antonio Fontán era una magnífica persona con una cultura y una simpatía arrebatadoras pero, miembro destacadísimo de UCD y presidente del Senado bien pronto, no tiraba demasiado del carro para que Andalucía fuera autónoma y para que la población asimilara el nuevo proyecto, aunque sus programas tradicionales locales eran de máxima audiencia y sus innovaciones, como los sevillanos del año, fueran seguidos por cientos de miles, y la COPE tenía todavía mucho de sencilla radio de entretenimiento con sus aditamentos del Ángelus a su hora y aquella valiosísima Vida de espectáculos que nos guió durante tantos años.

Vivían también en la ciudad, por entonces, otras emisoras, como Radio Peninsular y el Centro Emisor del Sur, ambas de Radio Nacional y ambas, en lo ideológico, puro Madrid, puro centralismo, tan centralismo y tan repetitivo que la primera fue cerrada en 1978, y entre prejubilaciones y recolocaciones, todos los que habían vivido de aquello pudieron seguir viviendo (esto es España, es decir, esto es la Historia es siempre), y La Voz del Guadalquivir, otra emisora que tal, propiedad de los sindicatos verticales y que tenía su sede en un cubículo en la calle Aponte, es decir, donde sus dueños verticales, la primera a la derecha

Esta, La Voz del Guadalquivir era, si acaso, la más juvenil y más –aunque sea mucho decir– más regional y autonomista, quizá porque en ella habían echado sus raíces, como en el edificio vertical entero, las Comisiones de Obreros (sic), tan autonomista –a juicio de Madrid– que en cuanto UCD se aseguró el poder empezó a difuminarla primero, a integrarla en Radio Cadena Española después, y a su desaparición definitiva.

Como ninguna de las cuatro importantes tiró demasiado del carro, como decíamos, cuando llegó el 4 de diciembre en aquel difícil verano–otoño del 77 en que se fue montando la inmensa movilización, y como La Voz del Guadalquivir tenía poco fuelle, casi todo el tirón tuvo que darlo El Correo para que la manifestación fuera un éxito, y como ninguna tenía programas y, sobre todo, querencia por la nueva Andalucía que había que ir sacando de la nada, nuestro holding –llamémoslo así para entendernos– fundó Radio Andalucía con sus estudios en la misma parcela que ocupábamos en el Polígono industrial Carretera Amarilla ya que aquello, después de mudarnos desde nuestra casa de la nostalgia y de la Historia de la calle Albareda, aquello daba para dos periódicos, para la rotativa, para una radio, y para mucho más.

Y así Radio Andalucía se fue haciendo su huequito en el dial sevillano y andaluz en el 102.4 de la recién llegada FM junto a aquellas memorables que los mayorcitos recordarán Radio–80, Radio Minuto, Radio Aljarafe, Radio Triana de la Cadena de Rodrigo Rato (esta Radio Triana con su sede, las cosas de España, pegadita al muro del Alcázar), etc.

Fue nuestra emisora pronto distinguida por el gran público y, naturalmente, estaba registrada legalmente hasta el punto de que ha hecho, y hace, que nadie en Andalucía, ni en el mundo, pueda tener ese título de Radio Andalucía, como pretendió la Junta desde sus comienzos, teniendo que conformarse nuestro Gobierno regional con llamar a la suya Radio Andalucía Información, Onda Local–Andalucía y otros nombres, pero nunca Radio Andalucía–fetén como era la nuestra, la cual, distinguida por el gran público como decíamos, fue punto importante para el entretenimiento de la ciudad con su club de oyentes, su red comercial de descuentos en multitud de establecimientos, y su mucha música y programas de chismes y del corazón, temas que entonces no se tocaban en los periódicos.

Fue tanto el corazón que pronto tuvimos una especie de subsección llamada Radio Corazón que, con el tiempo, pasó a ser de Jesús Quintero, el loco de la colina, cuando devino empresario.

Pero ahí estaban los Consejos de Administración de la burguesía sevillana y el esforzado Bueno Monreal, y ahí estaba la idea del holding completo de comunicación del que hablábamos y, por fin, también estaba el gigantesco edificio del que disponíamos en la Carretera Amarilla, y ya era democracia, ya –igual que el periódico Nueva Andalucía nació cuando nos encaminábamos hacia la Reforma Política del 76–, ya estábamos en las puertas del referéndum de la Constitución, ya era noviembre del 78: ¿Por qué no damos el último paso; por qué, en este nuestro gran edificio, no ponemos también una televisión?

Y ahí tienen ustedes el recuadro de la noticia, nuestra petición al Ministerio de Cultura de que nos concediera (como todo en radio y televisión en España, son concesiones del Gobierno) el poder montar una cadena privada de televisión, la primera que se solicita en España.

Se llamará Televisión Andaluza y la solicitud va firmada por el entonces presidente de nuestro Consejo de Administración Juan Borrero Hortal.

La cadena abarcará las ocho provincias, y explica someramente sus características técnicas, para lo que, al menos los estudios centrales, ya están preparados (en nuestro gigantesco edificio de la avenida de la Prensa, nombre puesto en razón a nuestra presencia allí).

¿Por qué, en términos generales, se solicita la concesión? Porque es necesaria una cadena privada de televisión para Andalucía.

En qué nos basamos para pedirla: en ese artículo 20 de la inmediata Constitución, inmediata porque estamos a 22 de noviembre de 1978 (fecha de la solicitud) y, aunque la Constitución ha sorteado ya los duros acantilados de la Ponencia, Comisión constitucional del Congreso, el Pleno del Congreso, la Comisión constitucional del Senado, el Pleno del Senado y el Pleno del Congreso, todavía, hasta el próximo 6 de diciembre, no recibirá el refrendo del pueblo y hasta el 28 de diciembre (retrasado al 29) no será sancionada por el Rey y puesta en vigor.

Desde luego hubiera sido la primera cadena privada de España, muy por delante de la que El País publicará el 3 de julio de 1980, páginas 1 y 37, que sería la primera, ubicada en Cardedeu, Barcelona, pero el atrevimiento de nuestra burguesía no era tan grande como el de la barcelonesa y no llegamos a encenderla sin tener el permiso, a pesar de que empezamos a contar pronto con el apoyo de la Asociación de Anunciantes que la requerían (los catalanes sí tuvieron ese atrevimiento, por lo visto, y se la cerraron en cuanto se cumplieron los trámites judiciales: todavía pelearon los vecinos de Cardedeu varios años diciendo que su tele no era privada, que no la incluyeran entre ellas por el magno debate que en seguida se inició en España sobre el tema, pero parece que no hubo remedio).

Debate que llevó a ser la excusa que puso el ministro de Justicia Fernández Ordóñez el 28 de agosto de 1981 para abandonar el gobierno de Calvo Sotelo, puestas como tenía las miras desde hacía años en pertenecer al PSOE; debate que llevó al PSOE a pelear denodadamente (tiempos aquellos) porque las cosas importantes no se podían sacar por Decreto–ley (refiriéndose a la legislación de las televisiones privadas) sino por leyes hechas y derechas (septiembre del 81); debate que nos movió a que en la encuesta que le hicimos a los candidatos a alcalde el 8 de mayo de 1983, porque había elecciones municipales, junto a las preguntas sobre seguir las obras del metro, ¿debe continuar el Festival de Cine?, ¿pondrá usted todo el centro peatonal?..., se les preguntara también por la conveniencia o no de que hubiera teles privadas.

Debate que hizo que el Consejo de Ministros prometiera, solamente, ya con Felipe González en el poder, que en aquella legislatura ya habría ley de televisión privada, etc. etc., porque muchas más referencias de noticias de nuestro Correo podría añadirles, hasta que, por fin, el 3 de abril del 87 (o sea, no fue en la legislatura anterior), el Consejo de Ministros del mismo Felipe González aprobó la Ley de Televisión privada, y el día 11 del mismo mes publicábamos quizá para 1988 ya la haya en España, opinión gubernamental que se alargó hasta el día de Navidad de 1989.

Es decir, nuestra petición de ser la primera cadena privada de España fue en 1978, y la primera funcionando en 1989, ¡11 años después!: ni nuestra activa burguesía sevillana ni nuestro emprendedor Bueno Monreal podían esperar tanto.

Así que nos dedicamos a hacer Andalucía de otra manera, potenciando Radio Andalucía y Radio Corazón, relanzando El Correo de Andalucía y Nueva Andalucía, y sacando del primero, de El Correo, cinco ediciones diarias para Sevilla, Cádiz, Jerez, Huelva y Córdoba.

Lo importante era que la nueva Andalucía tenía que nacer y nacer fuerte, tenía que ser montada casi desde cero creando en todos nosotros la mentalidad de andaluces, de señores de nuestra tierra, montaje entonces, y feliz continuación ahora en la que quiere seguir contribuyendo este Correo, fundado por el cardenal Spínola, con todos los medios que nos dan los tiempos y que ahora son nuestro periódico, nuestra página web y nuestra televisión.