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La presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, ayer atendiendo a los medios de comunicación. / Chema Moya (Efe)
La presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, aseguró ayer que se siente respaldada por la dirección nacional del partido, tras los registros ordenados ayer por el juez del caso Púnica, uno de ellos en la sede de la calle Génova, y sostuvo que no le consta que haya habido financiación ilegal.
En declaraciones a los medios, Aguirre respondió «cómo no» a la pregunta de si se siente respaldada por la ejecutiva del PP, aunque reconoció que nadie de la dirección la ha llamado. La líder de los populares madrileños hizo referencia en la comisión parlamentaria a los registros ordenados ayer por el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco para investigar si los pagos de la trama Púnica sirvieron para financiar ilegalmente al partido. «No ha habido ninguna financiación ilegal, que a mí me conste, en el PP de Madrid», aseveró.
Aguirre señaló también que los registros del juez Velasco «son consecuencia, al parecer, de una agenda que tenía Granados con una iniciales». Esas letras, según relató, las «tradujo» el presunto cerebro de la Púnica, David Marjaliza, quien también «parece» que entregó al juez las facturas de cómo financió la campaña electoral de 2011 de Tomás Gómez. Aguirre, que había sido citada para informar sobre los contratos de la Agencia de Informática y Comunicaciones de la Comunidad de Madrid, vinculada al caso Púnica, aseguró que durante los 33 años que lleva en política ha nombrado a 500 cargos y solo dos le han salido «rana». En concreto, señaló a Francisco Granados, quien actualmente está en prisión por su implicación en la trama Púnica, y al exconsejero de la Comunidad Alberto López-Viejo, imputado en el caso Gürtel. «Creo que todos los que estamos aquí sabemos que la corrupción nos está destrozando a todos y los que crean que no porque son partidos nuevos están muy equivocados», indicó Aguirre.