Menú

Casado avisa a Sánchez de que no le pasará «ni una» con Cataluña

«No cabe el apaciguamiento con los que quieren romper España», afirma el líder del PP, que promete ser «fiel» y a la par «exigente»

02 ago 2018 / 23:26 h - Actualizado: 02 ago 2018 / 23:26 h.
  •  El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, antes del encuentro que mantuvo con el nuevo líder del PP, Pablo Casado. / F.A. (Efe)
    El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, antes del encuentro que mantuvo con el nuevo líder del PP, Pablo Casado. / F.A. (Efe)

El jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, y el presidente del PP, Pablo Casado, mantuvieron ayer su primera reunión, un encuentro de casi tres horas en el que el nuevo líder de la oposición advirtió a Sánchez de que no piensa pasarle «ni una con el asunto de Cataluña». A la espera del balance que haga este viernes Sánchez –que comparecerá ante los medios por el cierre del curso político–, Casado explicó que trasladó a Sánchez su intención de ser leal y seguir la colaboración en la defensa de la unidad de España, pero a la par advirtió de que será «tremendamente exigente» con el PSOE y «vigilante» con su relación con los independentistas.

«No cabe ni el apaciguamiento ni la confianza frente a los que quieren romper la unidad de España», dijo Casado, quien también alertó de que si los independentistas siguen por el mismo «cauce», el PP tendrá una posición «firme y sin complejos». Y si el PSOE no está «a la altura», los tendrá enfrente.

A tiempo están los socialistas «de no equivocarse», apuntó Casado, que admitió estar dispuesto a hablar con Sánchez de asuntos de Estado y buscar posibles pactos, pero puntualizó que eso es compatible con la oposición «firme» que piensa hacer.

Su oposición será firme, aclaró, porque lidera el partido mayoritario del Congreso y del Senado y no ve enfrente, en esa «exigua mayoría» que les echó del Gobierno, un proyecto para España. Además, justificó no pactar medidas o leyes económicas como el techo de gasto porque «el foco no está en lo que el PP sea capaz de acordar», sino en «qué estabilidad» ofrecen los socialistas.

Casado, que calificó el encuentro de «cordial» y provechoso, enumeró sus exigencias más allá del conflicto catalán. Así, insistió en que no admitirá el acercamiento de presos de ETA, además de proponer una proposición de ley de memoria, dignidad y justicia para las víctimas que prohíba todo enaltecimiento al terrorismo. También criticó la «doble posición» de Sánchez de garantizar por un lado la seguridad en las fronteras y promover «un plan Marshall de cooperación» en los países de origen. También puso sobre la mesa su propuesta de reforma electoral para que en los ayuntamientos gobierne la lista más votada, el nuevo modelo de financiación, un pacto de pensiones o desbloquear la ley de educación.

Casado no quiso revelar la respuesta que le ha dado Sánchez. De hecho, el jefe del Ejecutivo no compareció. Lo hizo en su lugar la presidenta del partido, Cristina Narbona, que «confía en la palabra» de Casado cuando promete oposición «leal y responsable», pero los socialistas estarán «muy atentos» por si el nuevo líder popular vuelve a caer «en demagogia partidista».