20 mar 2017 / 18:09 h - Actualizado: 20 mar 2017 / 19:12 h.
"ETA","El desarme de ETA"

El Gobierno vasco espera que «nadie impida» el desarme de ETA

Erkoreka cree que se está ante «una posibilidad verosímil» de que la banda entregue las armas, aunque aún quedarán «asignaturas pendientes»

Erkoreka cree que se está ante «una posibilidad verosímil» de que la banda entregue las armas, aunque aún quedarán «asignaturas pendientes».

El portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, ha mostrado su esperanza en que no haya «interferencias» en el anunciado desarme de ETA y «nadie desde la imprudencia lo impida o dificulte».

En este sentido, ha considerado que se está ante «una posibilidad verosímil» de que ETA entregue su arsenal de armas, aunque aún quedarán «asignaturas pendientes» como «la disolución y el reconocimiento del daño injustamente causado».

En una entrevista concedida a Onda Vasca, recogida por Europa Press, el también consejero de Gobernanza Pública y Autogobierno vasco se ha referido al anuncio de desarme de ETA previsto para el próximo 8 de abril.

En este contexto, Erkoreka ha afirmado que se trata de una cuestión en la que «la discreción es obligada», así como la necesidad de obrar «con sobriedad, contención y prudencia», ya que se está ante «una operación muy delicada, una entrega de armas que en el pasado han podido ser usadas para cometer delitos muy graves».

No obstante, ha reconocido que tampoco se puede cubrir todo «con un manto de opacidad, ya que el resultado puede ser contraproducente». «En ese equilibrio tendremos que mantenernos durante las próximas semanas», ha asegurado.

Por ello, ha defendido que todos los que tienen alguna responsabilidad o van a asumir alguna misión en el proceso de desarme “sean cautos a la hora de hacer pronunciamientos”.

«No sería bueno que el proceso se malograra por la imprudencia de quien ha considerado que tenía que hacer pronunciamientos o tomas de posición pública que quedan fuera de la prudencia», ha valorado.

Tras recordar que el lehendakari, Iñigo Urkullu, hace tiempo que venía defendiendo la necesidad de afrontar un fin ordenado de la violencia, «dentro del cual el desarme era una pieza fundamental», Erkoreka ha subrayado que el Gobierno vasco lo que aprecia ahora es que existe una «posibilidad cierta, verosímil de que se produzca un desarme legal, definitivo y sin contrapartidas».

Según ha resaltado, durante los últimos meses el Ejecutivo vasco ha tenido claro que su misión fundamental con los grupos que ha mantenido interlocución consistía en «dejar claro los criterios que habían de regir un proceso de desarme de estas características».

«Ha puesto énfasis en que la operación sea plenamente legal ya que las armas han podido ser utilizadas para cometer delitos muy graves. Por ello, es preciso que los pasos que se den se realicen con tiento y sin quebrantar lo que establece el ordenamiento jurídico y las exigencias de la justicia», ha añadido.

Asimismo, ha incidido en la necesidad de que el desarme sea «definitivo, total, y en un solo acto», así como «irreversible, verificable y sin contraprestaciones».

«El Gobierno vasco siempre ha tenido clara esta cuestión y es uno de los criterios principales que ha trasladado a todos los interlocutores. Es algo a vigilar y a estar atentos para que se cumpla», ha advertido.

REUNIÓN URKULLU-RAJOY.

Erkoreka ha afirmado, además, que en los encuentros mantenidos entre Iñigo Urkullu y Mariano Rajoy durante la pasada legislatura, el lehendakari ya adelantó su propósito de «trabajar en la búsqueda de un escenario como el actual, para hacer posible dentro del fin ordenado de la violencia un desarme en estas circunstancias».

«El lehendakari le informó de su deseo de trabajar en esa línea y se comprometió a transmitirle toda la información que pudiera reunir. Esto ha tenido lugar con absoluta lealtad. Le ha informado de todos los pasos dados y de toda la información que el Gobierno vasco tiene. Lealtad total, información completa de lo que va a suceder y, a partir de ahí, hay que esperar a que el proceso tenga lugar», ha añadido.

Asimismo, ha reconocido que en el encuentro mantenido la pasada semana entre ambos mandatarios se habló únicamente del desarme, de la información que el lehendakari tenía respecto a la entrega de armas, y «ése fue el núcleo esencial de la conversación».

«No formaron parte de esa entrevista otros aspectos y nada relacionado con apoyos presupuestarios o intercambios de carácter político. Fue un encuentro monográfico. El sentido y contenido de la conversación no estuvo para nada contaminado por cuestiones políticas ajenas al desarme. El desarme centró la conversación y, por ello, no se analizaron otras cuestiones ni se incluyó este asunto en un paquete más general de negociaciones políticas», ha remarcado.

De este modo, ha indicado que lo que se espera de los Gobiernos español y francés ahora es que «acepten que en cuanto se den las condiciones y se disponga de la información esa información pueda ponerse en manos de la justicia francesa».

«Eso es lo que se espera y a lo que la sociedad aspira que se pueda producir, sin interferencias, sin obstáculos, sin dificultades y sin que nadie desde la imprudencia lo impida o dificulte», ha confiado.

En este sentido, ha destacado que el Gobierno francés se ha limitado en las últimas horas a señalar que la autoridad responsable para hacerse cargo del arsenal de armas es la judicial.

«Poco podemos objetar a eso. Es voluntad del Comité Internacional de Verificación ser leal, cumplir con su cometido y entregar las armas a quien es competente y está en condiciones de hacerse cargo de ellas. Lo afirmado por el Gobierno francés no obstaculiza, a priori, la operación», se ha congratulado.

SIN CONTRAPARTIDAS.

Asimismo, ha considerado que está asumido por todas las partes que no «habrá contrapartidas» en la entrega de las armas. «Esta es una operación unilateral y, por lo tanto, incondicional, no sometida a contraprestación de ningún tipo», ha expresado.

Por todo ello, ha sostenido que el desarme debe ser «un paso más» en el proceso iniciado por ETA hace cinco años cuando anunció el cierre definitivo de su actividad violenta. «El desarme se debía haber producido en estos términos, hace tiempo, sin contraprestación de tipo político o del que fuera», ha insistido.

Asimismo, Erkoreka ha reconocido que el Gobierno vasco, con la información que ha podido obtener, cree que se está ante «una posibilidad verosímil, esta vez sí, y cierta de que pueda tener lugar el desarme». «Si no pensase que es la ocasión no se hubiese implicado en los términos en los que lo ha hecho», ha expresado.

A su juicio, ésta pueda ser «la ocasión, una posibilidad real de que el desarme se produzca y la sociedad vasca se quite de encima ese lastre».

No obstante, ha advertido de que esto «no significa que el proceso de fin de ETA haya concluido del todo ya que quedarán asignaturas pendientes».

«La disolución debería ser el pase lógico posterior aunque ahora hay que poner toda la atención en la fase en la que estamos, la del desarme. También quedaría pendiente el reconocimiento del daño injustamente causado», ha concluido.