El Rey llama a la unidad para alcanzar los «grandes éxitos» de Barcelona 92

Seguridad detuvo a un invitado que quiso desplegar una estelada durante el discurso de Felipe VI. Después sacó un folio con el mensaje: «Queremos votar»

25 jul 2017 / 19:05 h - Actualizado: 25 jul 2017 / 21:19 h.
  • Frío saludo entre el rey Felipe VI y el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, en Sant Cugat. / A.G (Efe)
    Frío saludo entre el rey Felipe VI y el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, en Sant Cugat. / A.G (Efe)

El Rey reivindicó ayer los Juegos Olímpicos que se celebraron en Barcelona en 1992 como un ejemplo de los «grandes éxitos» que se consiguen cuando los españoles trabajan de forma conjunta, y llamó a la unidad para reeditar logros como ése en el futuro. «Los juegos de Barcelona fueron precisamente esto: el producto del esfuerzo, de la generosidad, de la solidaridad y del compromiso de todos; de la unidad de todos alrededor de un proyecto que contó con la colaboración entre todas las administraciones», señaló, en catalán, durante un acto para celebrar los 25 años de la cita.

El lugar escogido para conmemorar la efeméride fue el Centro de Alto Rendimiento (CAR), que celebra su 30 aniversario y, según el monarca, representa una prueba de que el compromiso con el deporte que se puso de manifiesto en Barcelona 92 ha perdurado en el tiempo. «Reafirmar mi convicción de que todos juntos continuaremos nuestra trayectoria impulsando, mejorando y acrecentando el progreso que hemos conseguido lograr durante décadas de esfuerzo solidario, de espíritu de concordia y de confianza en el futuro», afirmó.

Durante la intervención de Don Felipe, un hombre situado en las últimas filas del público sacó una estelada y, después de que los efectivos de seguridad se la retiraran, levantó un folio con el mensaje: «Queremos votar».

Al monarca le precedió el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, que subrayó que los de Barcelona fueron los juegos «de todos y para todos», así como un reflejo del carácter de la sociedad catalana, «emprendedora, acogedora e ilusionada». Asimismo, definió el movimiento olímpico como «un abanderado de la paz y libertad», en un discurso en el que alternó el catalán y el castellano.

En la misma línea que el Rey, el presidente del Comité Olímpico Español (COE), Alejandro Blanco, sostuvo que los juegos demostraron que «España, cuando lo sueña, lo piensa y lo planifica todos juntos es la número uno del mundo». Por su parte, el presidente del Consejo Superior del Deporte, José Ramón Lete, elogió el legado que dejó Barcelona 92 para el conjunto de la sociedad española, que vivió «un momento estelar» que «supuso un punto de inflexión» para la historia reciente del país.