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La manifestación contra la investidura de Mariano Rajoy transcurrió en Madrid sin altercados. / Europa Press
Si el clima en el interior del Congreso de los Diputados fue agitado durante toda la sesión de investidura, las reacciones que fueron vertidas en las redes sociales y transmitidas, en otros casos, a los medios de comunicación incidieron en este ambiente polarizado en contra y a favor del nuevo Gobierno popular de Mariano Rajoy. Una de las más inmediatas –y previsibles– vino de la CEOE. La Confederación Española de Organizaciones Empresariales felicitó al presidente del PP, Mariano Rajoy, y pidió a los grupos parlamentarios que «actúen con responsabilidad y diálogo» para «abordar las reformas pendientes» a la vez que ofrecían la «máxima colaboración».
Del otro lado, CCOO emplazó a Rajoy a «un tiempo de diálogo y consenso» en el que «se piense más en las personas que en las estadísticas». Además, pidieron a los partidos políticos que «hagan valer su presencia en el Congreso» y que «apuntalen mayorías de cambio y progreso en torno a los principales retos de la sociedad española». Subrayaron en su comunicado la necesidad de implantar «sin más dilación» una «intensa agenda de reformas e iniciativas legislativa».
El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, consideró ayer noche que el PSOE, al haber permitido la investidura de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno central, ha «validado la política de confrontación» que dice ver en PP y C’s. En un apunte en Twitter aseguró que «el socialismo español se ha convertido en la muleta necesaria de la coalición PP-C’s». En esta retahíla de nombres contrastantes, hasta los obispos quisieron hacer oír su voz. Estos celebraron que España haya recobrado la «normalidad institucional». «Nos alegramos de que se haya recobrado la normalidad y sea posible así la gobernabilidad de nuestro país y se pueda pasar, después de este largo tiempo de incertidumbre, a trabajar con responsabilidad y diálogo», indicó el secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española, José María Gil Tamayo.
Los principales protagonistas de la función no dudaron en zanjar la jornada acudiendo a las redes en sus teléfonos móviles. «¡Gracias! Cuento con vosotros, cuento con todos. España merece la pena», expresó Rajoy en Twitter. «Empieza una nueva época en la que estaremos al servicio de esa nueva España que no tiene miedo. Antes o después, gobernaremos», apuntaló en su línea el líder de Podemos, Pablo Iglesias.
Mientras, desde las filas socialistas, ningún comentario expreso sobre el asunto. Sí en cambio continuaron enzarzados contra el discurso del representante de ERC, Gabriel Rufián, sorprendentemente duro con el PSOE durante el Pleno de Investidura. «Por la memoria de miles de socialistas no vamos a tolerar los insultos de @gabrielrufian y @ehbildu aplaudidos por @ahorapodemos», señaló el portavoz socialista, Antonio Hernando. También hubo justificaciones de los disputados díscolos que rompieron la disciplina de voto impuesta por la gestora que controla en estos momentos el PSOE. Las dos diputadas independientes que rompieron la disciplina de voto y votaron no a Mariano Rajoy, Zaida Cantera y Margarita Robles, se mostraron satisfechas por haber mantenido su compromiso con los votantes. «Tenía que votar no con toda contundencia como lo he hecho; sean cuáles sean las consecuencias, mi compromiso con los que me votaron es lo más importante para mí», afirmó Robles, en declaraciones a los periodistas.