Puigdemont dota al Govern de un perfil netamente independentista

Los consellers Munté, Jané y Ruiz son cesados tras expresar sus dudas sobre el proceso soberanista. Rajoy califica el hecho de «purga»

15 jul 2017 / 09:53 h - Actualizado: 15 jul 2017 / 10:17 h.
"Carles Puigdemont"
  • Carles Puigdemont (i) y Oriol Junqueras (d) durante la rueda de prensa ofrecida ayer. / EFE
    Carles Puigdemont (i) y Oriol Junqueras (d) durante la rueda de prensa ofrecida ayer. / EFE

El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, anunció ayer la remodelación del nuevo Govern catalán para encarar la recta final del referéndum soberanista que pretende celebrar el 1 de octubre. En una comparecencia junto al vicepresidente catalán y líder de ERC, Oriol Junqueras, Puigdemont confirmó que Jordi Turull sustituirá a Neus Munté en la conselleria de Presidencia y la portavocía, Joaquim Forn relevará a Jordi Jané en Interior y Clara Ponsatí hará lo propio en Enseñanza, cargo ocupado hasta ahora por Meritxell Ruiz. Otro de los cambios se producirá en la Secretaría del Govern que abandona Joan Vidal y que será sustituido por Víctor Cullell.

El nuevo ejecutivo catalán adopta así un marcado carácter independentista para encarar el referéndum del 1 de octubre, ya que los ceses recayeron sobre áreas clave para su organización. Puigdemont explicó que no tenía «motivos» para «cesar» a nadie y precisó que fueron los salientes los que decidieron «dar un paso al lado».

También destacó el trabajo «leal» de Munté, Jané y Ruiz, quienes dejan un «balance extremadamente positivo» y resaltó que todos coincidieron en «la necesidad de avanzar hacia el 1-O».

Reacciones

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no titubeó al calificar esta remodelación como una «purga a los dudosos» en un Govern «ensimismado en sus propias rencillas». En este sentido, Rajoy afirmó que el Gobierno «estará en su sitio» frente a la «deriva autoritaria» de la Generalitat. «¿Qué diálogo quieren con esta forma de comportarse?», se preguntó el presidente del Gobierno.

El líder del PP en Cataluña, Xavier García Albiol, criticó que la Generalitat se haya convertido en un «casting» para elegir «mártires» o para poner un «talibán fanatizado» al frente de los Mossos, en referencia a Joaquim Forn. La líder de la oposición catalana, Inés Arrimadas (Ciudadanos), consideró que la «purga» de Puigdemont no solucionará nada, porque está pensada para gestionar «los últimos momentos del proyecto separatista».

Por su parte, el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, indicó que la legislatura está «en fase de descomposición política» y acusó al Govern de haber «perdido toda la credibilidad». El portavoz parlamentario de Catalunya Sí Que Es Pot, Joan Coscubiela, afirmó que esta remodelación no es más que «una fuga hacia adelante» que aleja a Cataluña del referéndum.

Quienes sí celebraron el hecho de que se haya «apartado a los consellers autonomistas» ha sido la CUP, quien exigió a Puigdemont que «ponga orden» entre los alcaldes del PDeCAT que no estén comprometidos con el referéndum.

En un intento de evitar enfrentamientos entre ERC y PDeCAT en cuanto a la entrega al proceso soberanista, Puigdemont recordó que el Govern es de Junts pel Sí, coalición de estos dos partidos cuyas decisiones son «solidarias y compartidas». Extremo secundado por Junqueras, que dijo que PDeCAT y el resto de partidos soberanistas son «imprescindibles».