Solo con Andalucía no se ganan unas primarias

La esperada fractura norte-sur se convirtió en un mapa volcado a Sánchez

22 may 2017 / 07:51 h - Actualizado: 22 may 2017 / 19:40 h.
"PSOE","Primarias en el PSOE","Susana Díaz","Pedro Sánchez"
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La fotografía por territorios de estas primarias socialistas no solo superó el concepto tan pregonado de la fractura norte-sur, sino que ofreció un mapa nacional plagado de apoyos a Sánchez. El tan vaticinado resultado andaluz, donde Díaz sumó un gran porcentaje de sus votos, se cumplió con creces, aunque a todas luces lejos de lo esperado en los cálculos de la candidata andaluza, que solo recabó el 63% del total de la militancia de la región.

Mucho se había escrito sobre la importancia estratégica de la federación más poderosa en afiliados, la andaluza, que con un 25% del total del censo se erigía en clave. Nada más lejos de la realidad, porque el naufragio de Díaz en el resto del panorama nacional –ganó también en la agrupación ultramar de América– hizo imposible su asalto a Ferraz.

Andalucía ha sido el granero de votos de la trianera, donde ha cosechado casi la mitad de sus sufragios totales –más de 25.000–, pero sin embargo, sus malos guarismos en regiones de mucho peso en el censo, como Cataluña, Madrid o Valencia, convirtieron su empresa en una utopía. En la federación catalana, que se sabía volcada con Sánchez, ha existido una distancia sideral en favor del madrileño, que ha logrado un 82 por ciento del total de los votos allí en juego.

Ni siquiera en Aragón, Castilla la Mancha o Extremadura, donde Díaz venció en la pelea de los avales, ha conseguido derrotar a las huestes de Sánchez. En toda la franja norte de la península, a la sazón, Galicia, Cantabria, Asturias y Navarra, la victoria del madrileño fue axiomática. La federación vasca fue la única en la que Patxi logró la victoria, relegando a Díaz a la tercera posición de la terna.

El balance por provincias revela la mayoría susanista en Andalucía, y victorias sueltas e insuficientes, todas ellas apretadas, en Badajoz, Cuenca, Ávila y Huesca, territorios con poca fuerza en el total de votantes. El discurso de la lideresa del PSOE andaluz no ha calado Despeñaperros arriba, pese al apoyo decidido y expreso de no pocas ejecutivas de todo el territorio nacional.

Su derrota es también la de los barones del partido, primeras espadas en federaciones en las que se gobierna y que ahora habrán de dar cuentas a un secretario general al que han manisfestado una animadversión por encima de los límites. García-Page, Puig, Fernández Vara, Lambán o incluso Javier Fernández, presidente de la gestora y cercano a Díaz, aunque lógicamente apartado de definirse en el proceso, son aún más perdedores que la presidenta andaluza, puesto que en sus territorios han recibido el mensaje de rechazo de sus propios afiliados, ayer votantes fundamentales de Sánchez.