El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha cargado con dureza contra los «responsables» del «terrorismo incendiario» que ha atacado a la Comunidad en las últimas horas y que «deben saber» que sus acciones «pueden matar y matan». Por el momento son cuatros las víctimas mortales de los incendios de estos días en la comunidad gallega, la última un hombre de 70 años, que murió anoche tras sufrir una caída cuando intentaba apagar un fuego en la parroquia de San Andrés de Comesaña, en la ciudad pontevedresa de Vigo, según han informado hoy a Efe fuentes sanitarias. El hombre fue atendido y trasladado en una ambulancia medicalizada hasta el hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, donde ya llegó sin vida. Las otras tres víctimas han sido dos mujeres de avanzada edad en Nigrán (Pontevedra) y de un varón en el municipio ourensano de Carballeda de Avia.
«Toda Galicia llora esta mañana al ver nuestros montes calcinados, pero sobre todo por las pérdidas de las vidas humanas», ha proclamado el jefe del Ejecutivo, en la rueda de prensa convocada tras reunir con urgencia a su Gobierno y en el marco de una declaración institucional en la que ha denunciado una actividad incendiaria que ha tildado de «homicida».
Feijóo ha reflexionado acerca de que en Galicia pueden registrarse puntualmente incendios causados por un descuido, pero ha constatado que este domingo «hubo una intensa intención de hacer daño en los lugares de mayor impacto, incluyendo zonas urbanas y periurbanas». «Nos atacaron indiscriminadamente y no pudieron hacer más daño», ha advertido.
«Galicia está harta de verse atacada por incendiarios que se valen de las condiciones meteorológicas; harta de que se relativice la actividad incendiaria cuando se habla de terrorismo incendiario. Desde ayer aún somos más conscientes de que se trata de producir daños irreparables en la población», ha proclamado Feijóo, quien, en todo caso, ha ensalzado la «resolución» de un país cuyos ciudadanos no se darán «por vencidos» ni contra los incendios ni contra los incendiarios.
El presidente ha defendido el dispositivo --remarcando que «nunca» en un mes de octubre hubo tantos medios como en éste-- y a los efectivos que permitieron en la pasada jornada «salvar muchas vidas humanas», al tiempo que ha llamado a «movilizarse» en homenaje a los equipos de lucha contra incendios y ha avanzado un minuto de silencio a las 12,30 horas de este jueves.
Feijóo, quien se reunirá en Vigo con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, también ha avanzado la comparecencia en el pleno de la conselleira de Medio Rural, Angeles Vázquez, y ha ratificado tres días de luto en Galicia.
LLUVIAS TORRENCIALES, LO MÁS TEMIDO TRAS LOS INCENDIOS
La caída de lluvias torrenciales sobre los terrenos que han ardido en las últimas horas generaría «uno de los peores escenarios posibles», por su efecto en rías y embalses, según advierte el presidente de la Sociedade Galega de Historia Natural, Serafín González, en declaraciones a Europa Press.
Por un lado, el arrastre de cenizas sobre los embalses, a corto plazo, afecta a la vida acuática y a organismos marinos, explica este científico e investigador del CSIC.
La presencia de sustancias tóxicas en cantidades demasiado elevadas, según añade, puede influir en el consumo humano en el caso de aquellos embalses destinados al abastecimiento, y también encarecer la depuración.
A mayores, alerta de que a medio plazo «se agravan los efectos de la sequía», ya que los fuegos recurrentes restan a los suelos capacidad para almacenar agua.
Por el momento, las precipitaciones han sido leves y la previsión es que las lluvias se generalicen a lo largo de la tarde en toda la comunidad.
MARISQUEO
Por otro lado, mariscadores y también la flota temen las consecuencias del arrastre de cenizas a la ría, cuestión que afecta fundamentalmente al sur de la provincia de Pontevedra.
El presidente de la federación de cofradías de Pontevedra, José Antonio Gómez, comenta que en la zona de Baiona existen bancos de extracción de diferentes especies, como almejas y navajas, tanto a pie como a flote. «Si vienen muchas lluvias y arrastran mucha ceniza, van a ser afectados», constata.
De acuerdo con la información de la que dispone el también patrón mayor de Portonovo, en las rías de Pontevedra y Arousa «de momento no hay mucho problema», pero todo está «por evaluar», debido a lo reciente de los fuegos, muchos de ellos todavía por apagar.
Una de las técnicas que «ayuda a amortiguar el efecto» de este arrastre de cenizas es la colocación de paja sobre los terrenos quemados --’mulching’--, pero «si las lluvias son muy fuertes» y cercanas en el tiempo, no habrá «tiempo para que sujete», expone Gómez.
A su juicio, como para Serafín González, «la clave es que no vengan lluvias torrenciales, porque, al estar todo tan seco», las consecuencias se agravarían.
PERIODO DE CAZA
Por otra parte, en cuanto a la fauna que no haya muerto en los incendios, González comenta que «se ha visto desplazada» y tendrá que buscar refugio «temporal» en otras áreas.
Por eso, propone que no se abra la temporada de caza en ‘tecores’ en los que haya ardido una superficie elevada o con terrenos quemados cercanos.
De igual manera, el presidente de la Sociedade Galega de Historia Natural entiende que habría que plantearse medidas en lo que tiene que ver con la temporada fluvial.
Por su parte, la asociación animalista Libera! ha pedido suspender las actividades cinegéticas de manera indefinida en las zonas quemadas en los últimos días y en un entorno de más de 500 metros de seguridad para contribuir a la recuperación de la riqueza ambiental y de las poblaciones de fauna silvestre.
Sostiene, a través de un comunicado de prensa, que la ley de montes y la de caza de «ponen a disposición del Ejecutivo autonómico lasherramientas legales necesarias para proceder a la ordenación de los espacios asolados por los incendios como ‘zonas libres de caza’ a través de su declaración como refugios de fauna con un radio de seguridad adicional, que contribuiría a recuperar el gran número de animales que han fallecido abrasados en las últimas horas».
En especial, se refieren a espacios como el parque natural Baixa Limia-Serra do Xurés y la Reserva Natural dos Ancares, zonas en donde la caza «ya no debería haber sido autorizada jamás», y cuyas batidas responden, en su opinión, «a un interés del lobby cinegético por vender la muerte de determinadas especies, como la cabra montesa, una especie supuestamente protegida».
REPERCUSION MEDIATICA
En otro orden de cosas, este investigador critica que, «como sucedió otros años, los fuegos solo han tenido repercusión mediática cuando llegaron a zonas más pobladas y, desgraciadamente, hay víctimas humanas».
En la provincia de Ourense y en la montaña de Lugo llevan «semanas ardiendo» lugares de alto valor ecológico como el Xurés, los Ancares y O Courel, pero, se queja, esto no tuvo espacio en los medios de comunicación ni ocupó a los gobernantes.
En este sentido, lamenta que, según sus números, se gasten 170 millones de euros al año en extinción, pero «cada vez que se dan las circunstancias meteorológicas, hay una oleada de incendios» en Galicia, «porque hay una actividad incendiaria».
«Cabría esperar algo más que obviedades de los gobernantes», agrega, antes de recomendar que haya «una intervención» frente al abandono del medio rural.