Una mujer se lleva a su hijo de 11 meses que estaba con familia de acogida

La madre biológica aprovechó una visita para llevarse al niño en un vehículo que ha sido localizado en Francia. La Ertzaintza y las policías española y francesa tratan de localizar a los huidos

05 ene 2017 / 19:37 h - Actualizado: 05 ene 2017 / 19:40 h.
"Sucesos"

Un niño de once meses que se encontraba en una familia de acogida en Gipuzkoa se halla en paradero desconocido después de que se lo haya llevado su madre biológica durante una visita programada.

El suceso se ha producido antes de que la madre, de nacionalidad rumana, accediera al centro de San Sebastián en el que se iba a producir el encuentro.

La diputada foral de Políticas Sociales, Maite Peña, ha informado esta tarde a los periodistas de que hacia las once de la mañana, cuando técnicos de la Diputación iban a entrar con el bebé en el centro donde iba a tener lugar una visita «supervisada», la madre ha «usurpado» al bebé «en plena calle».

Peña ha precisado que en ese instante, cuando había gran afluencia de tráfico, la mujer ha aprovechado para «abordar» a los técnicos y, en «un momento de desconcierto», en la que los «ha pillado de manera sorpresiva», ha cogido al niño de la sillita en la que lo llevaban.

A continuación, la madre ha subido con su hijo a un coche, conducido por un hombre, y ha cruzado con él la frontera hacia Francia, un dato que se ha confirmado porque el vehículo, ya identificado, se ha saltado un control policial en la localidad de Dax, en la región de Las Landas.

La Diputación ha denunciado los hechos y los ha puesto en conocimiento de autoridad judicial y la Fiscalía, siguiendo el protocolo establecido para los menores que están bajo su tutela.

La investigación, por tanto, está abierta y en ella colabora la Interpol, por lo que la diputada espera que en las próximas horas puedan tener noticias del bebé.

Peña ha señalado que el niño se encontraba bajo tutela de la Diputación guipuzcoana desde el pasado mes de agosto, «una medida de protección» que estaba «absolutamente justificada», ha recalcado.

Ha señalado que, cuando detecta algún tipo de comportamiento «negativo» en los padres biológicos, se suspenden las visitas, pero que en este caso «nada indicaba que esto pudiera suceder».

Ha insistido en que se trata de un «hecho aislado», aunque los menores «no están exentos de este tipo de riesgos».