Cada segundo en el mundo se sube a Instagram más de una treintena de fotografías. Una cifra cercana ocurre en otras plataformas como Facebook. Cada vez más las redes sociales se inundan de imágenes de nuestro día a día como si fueran un álbum digital abierto al público. Pero ¿sabemos a quién pertenecen las fotos que subimos a las redes sociales? ¿leemos los términos y condiciones a este respecto...? Las estadísticas hablan por sí solas: más del 90 por ciento de los usuarios pulsa el botón de aceptar sin leer absolutamente nada. ¿Firmarías ante un notario cualquier documento confiando en la parte contraria...? Quizás en ese escenario no, ¿verdad?

Según la firma Adglow durante la época estival se multiplican por dos el número de imágenes que se comparten o publican, siendo las redes sociales más usadas Facebook, Instagram y Twitter. Pero ¿a quién pertenecen las imágenes que colgamos en estas plataformas sociales? En lo que respecta a la difusión de fotografías propias en tu perfil, o en los de otros, los límites parecen estar claros. En cuanto aceptamos las normas al registrarnos estamos cediendo la propiedad de las imágenes que subamos a la red social. A partir de aquí cualquier fotografía, texto o documento propio que subamos pasará a formar parte de la red social correspondiente, por lo que ya no podremos controlar su difusión dentro de la misma, pero no se podrá hacer difusión fuera de ella sin nuestra autorización previa. A este respecto, cabe señalar la condena que tuvo que asumir el diario La Opinión de Zamora el pasado mes de febrero.

Indemnizó con 15.000 euros a un usuario por haber publicado en su portada una fotografía que había sido tomada de la cuenta de Facebook del protagonista, para informar un suceso en el que estuvo implicado. La sentencia emitida por el Tribunal Supremo de Justicia subrayaba lo siguiente: «En la cuenta abierta en una red social, el titular del perfil que haya subido una fotografía suya que sea accesible al público en general no autoriza a un tercero a reproducirla en un medio de comunicación sin su consentimiento».

¿Y qué es lo que dicen sobre la propiedad intelectual las principales redes sociales? Pues bien, en el caso de Facebook somos el propietario de todo el contenido y la información que publicamos y podemos controlar cómo se comparte a través de la configuración de la privacidad y de las aplicaciones. Pero si continuamos leyendo... su declaración de derechos y responsabilidades, comprobamos que también cedemos todos los permisos sin necesidad de un consentimiento previo. En suma, la reina de las redes puede entregar a terceros contenidos que publiquemos sin pagar derechos de autor y con independencia de la legislación de cada país. Ahora bien, es totalmente falso la típica frase de que «Facebook puede vender nuestras fotos para campañas publicitarias».

En Instagram hacemos entrega de una licencia pagada, no exclusiva, transferible y sin derechos de autor. Puede ser subotorgada y aplicable globalmente para utilizar contenido que publiquemos en el servicio o a través de este. Por último, Twitter sigue la política de que el internauta se reserva los derechos de su contenido a la vez que la propia red social de Twitter podría otorgar derechos a terceras personas para utilizar el material que se cuelga. ~

Fuente: www.twitterosdesevilla.com