Barcelonafobia

La capital catalana continúa sufriendo la resaca del procés y la tasa de ocupación hotelera durante el macropuente ha descendido más de un 15 por ciento

09 dic 2017 / 06:30 h - Actualizado: 09 dic 2017 / 06:30 h.
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La mayoría de los hoteles de las grandes capitales españolas cuelgan el cartel de completo. Los de las grandes capitales excepto los de la segunda ciudad española: Barcelona. El falso referéndum le está saliendo caro a la capital catalana. Y es que, las consecuencias no solo se han visto en las miles de empresas que han dejado Cataluña para irse a otras ciudades del país, sino también en el turismo. Para muestra, este macropuente de la Constitución y la Inmaculada. Mientras casi todas las ciudades hablan de éxito turístico, en Barcelona la historia es muy distinta. La ciudad condal ha visto cómo su ocupación hotelera, durante estos días, ha bajado en más de un 15 por ciento si comparamos las cifras con las del año pasado.

«Los clientes han dejado de preguntar por Barcelona. Los que van es porque tienen familia allí y no les queda otra». Son palabras de Consuelo Benítez. Ella regenta una agencia de viajes en Sevilla y ha venido observando cómo, paulatinamente, Barcelona ha dejado de resultar atractiva para el turista nacional. «Otra cosa es el internacional. Ahí las consecuencias no se han notado tanto porque permanecen más al margen del conflicto», asegura.

La locura independentista le ha salido cara a Barcelona, una ciudad que basa su economía en muchos sectores. Uno de ellos, el turístico.

Madrid, Granada y Sevilla han sido las ciudades más demandadas para este puente, según los datos aportados durante estos días por agencias especializadas. Barcelona se ha caído de un pódium en el que solía estar. Si hablamos de Cataluña, el porcentaje de caída es mucho mayor. Y es que, el puente ha llenado las pistas del Pirineo catalán. Si no fuese por el esquí, las cifras rozarían la tragedia para el turismo catalán.

Mientras tanto, los catalanes viven sumidos en una campaña electoral nada diferente a las anteriores. La independencia sigue siendo el tema central, olvidando las verdaderas preocupaciones de una ciudadanía que ven la llegada del 21 de diciembre no como una salida a la situación sino como la continuidad de un conflicto que tiene a la sociedad fragmentada en dos. Para muestra, lo ocurrido durante los últimos días, cuando han aparecido siete muñecos boca abajo colgados de un puente, algunos de ellos con logotipos de Cs, PSC y PP, junto a una pintada que pide la libertad de los «presos políticos».

Hace más de dos meses de la celebración del referéndum ilegal y el país no se termina de recuperar de la barbarie de la que fue testigo. De ahí, unas consecuencias que se reflejan en diferentes sectores. Uno de ellos, este. Pero a pesar de todo, Barcelona sigue siendo esa ciudad moderna, cosmopolita, repleta de personalidad y patrimonio que siempre merecerá la pena visitar y admirar.