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‘Concrete Genie’ saldrá a la venta el próximo 9 de octubre.
El videojuego ‘Concrete Genie’ da rienda suelta a la creatividad de los jugadores con una historia que combina aventura y pintura en la figura de Ash, un niño que sufre bullying, y que utiliza el arte para combatir su situación, y transformar un mundo asolado por la contaminación.
El videojuego, que se lanza el próximo 9 de octubre en exclusiva para PlayStation -que contará con dos modalidades compatibles con PSVR-, es una creación de Pixel Opus (’Entwined’), uno de los estudios de Sony.
El proyecto, cuyo equipo ha estado integrado por jóvenes recién graduados, está dirigido por el inglés Dominic Robilliard, que trabajó junto a Georges Lucas como director del prometedor ‘Star Wars 1313’, y el director de arte es Jeff Sangalli, que desarrolló parte de su carrera en Pixar y trabajó en Toy Story 2.
En el juego, lleno de luz, colores y detallados gráficos, Ash, el joven protagonista, es acosado por un grupo de jóvenes en el pueblo Denska, una zona marítima abandonada por la contaminación.
Ayudado por monstruos que pinta en paredes y que, mágicamente, cobran vida, el protagonista hace frente a sus acosadores y consigue erradicar la contaminación de la zona.
La inspiración del juego surgió a partir de una lluvia de ideas. Uno de los integrantes del equipo compartió un dibujo de un niño que pintaba monstruos en un muro para luchar contra sus acosadores y el resto del grupo comenzó a compartir historias de acoso, relató Dominic Robilliard durante la presentación del videojuego en Madrid.
"Todos los integrantes del equipo -añadió- realizamos una parte de investigación con expertos en bullying para abordar el tema de manera adecuada".
El jugador se pone a los mandos de Ash y es el encargado de dar rienda suelta al pincel del protagonista. "No hace falta ser un experto en dibujar, también puede ser abstracto", señaló.
‘Concrete Genie’ permite dibujar paisajes y figuras de criaturas sobre muros de edificios abandonados con tanto detalle como se desee y con una clara referencia al trabajo de grafiteros y artistas callejeros.
Las criaturas dibujadas cobran vida y acompañan y ayudan al jugador en su recorrido.
Aunque el tono que marca el videojuego es oscuro, los creadores querían transmitir al proyecto un mensaje de optimismo y poner en valor el mensaje, de que la creatividad es "un arma de transformación".