El misterio del dolmen de Antequera

Estos monumentos megalíticos cuentan así con una orientación única, que difiere de la de más del 99 por ciento de las edificaciones prehistóricas catalogadas en Europa y África

20 sep 2015 / 12:29 h - Actualizado: 20 sep 2015 / 12:33 h.
"Patrimonio"
  • Una vista del interior de un dolmen de Antequera. / EFE
    Una vista del interior de un dolmen de Antequera. / EFE

Los constructores de los túmulos funerarios de Menga y El Romeral en el Conjunto Arqueológico Dólmenes de Antequera decidieron orientar, por razones desconocidas, estas construcciones hacia elementos terrestres, la Peña de los Enamorados y El Torcal, y no hacia el lugar del amanecer solar.

Estos monumentos megalíticos cuentan así con una orientación única, que difiere de la de más del 99 por ciento de las edificaciones prehistóricas catalogadas en Europa y África.

A esta conclusión llega el doctor Michael Hoskin, catedrático emérito de Historia de la Ciencia de la Universidad de Cambridge, especializado en arqueoastronomía, quien durante diez años se dedicó a investigar el eje de la orientación de cada sepulcro conocido en los dos continentes, ha explicado a Efe el director del Conjunto Arqueológico Dólmenes de Antequera, Bartolomé Ruiz.

El estudio, incluido en el expediente de la candidatura del Sitio de Los Dólmenes de Antequera a ser protegido como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, concluye que la orientación común en todos los conocidos hasta ahora es el equinoccio o el solsticio, pero esta orientación canónica se rompe en el caso de dos de los monumentos malagueños de Menga y El Romeral.

El científico constata que en Menga el desvío de su eje se debe a la decisión de dirigir la puerta de entrada hacia un elemento antropomórfico del paisaje, La Peña de los Enamorados, donde casualmente ha sido descubierto un conjunto de pinturas rupestres esquemáticas de color rojo de época Neolítica, coetánea a la de la construcción del dolmen.

Estas pinturas están ubicadas en el llamado Abrigo de Matacabras, en la cara norte de La Peña a la altura de «la barbilla de la cara del indio», como se le conoce en la localidad a esta colina.

Acrecienta el misterio el descubrimiento de otro equipo de investigadores, dirigido en este caso por Leonardo García Sanjuán, profesor titular de Prehistoria de la Universidad de Sevilla, que ha hallado en las proximidades de esas pinturas rupestres menhires que conforman una especie de círculo en torno a la Peña.

De hecho, estos menhires estarían vinculados a otros existentes en la plataforma donde se ubicó el conjunto dolménico más tarde y que fueron usados como cubiertas posteriormente para la construcción de los dólmenes de Menga y Viera.

En el caso de la ubicación de El Romeral, la orientación es recogida en la misma investigación como «hacia una montaña», El Torcal de Antequera.

En el paraje El Torcal existen restos de asentamientos de agricultores, pastores y artesanos ancestros de los constructores de los dólmenes, según señalan Dimas Martín Socas, catedrático de Prehistoria y María Dolores Camalich Massieu, profesora titular de Prehistoria, ambos de la Universidad de la Laguna (Tenerife).

Esta curiosa forma de edificar el monumento megalítico antequerano forma parte de uno de los dos Valores Universales Excepcionales (VUE) que un comité técnico argumentará a una experta enviada por el Consejo Internacional de los Monumentos y los Sitios Icomos (órgano consultivo de la Unesco).

La experta, Margareth Gowen, llega hoy a Málaga para comenzar mañana su trabajo, con el fin de contrastar la realidad con el contenido del expediente de la candidatura del Sitio de Los Dólmenes de Antequera.

El segundo VUE es la monumentalidad del Tholos de El Romeral, construido con una inexplicable y futurista técnica arquitectónica para la época, hiladas de piedra que se iban aproximando a medida que se elevaba su altura en las dos cámaras conformando una bóveda perfecta.

El informe de Gowen, que será presentado después a un panel de cuatro expertos más convocado por Icomos, será determinante para la incorporación del Sitio de los Dólmenes de Antequera a la Lista Representativa del Patrimonio Mundial, decisión que se tomará el próximo julio en Estambul (Turquía).