El renacer de una obra maestra colosal

Si existen películas, libros e incluso canciones que, por mucho que pasen los años, siguen siendo referentes de su género, ¿por qué no iba a ocurrir lo mismo en el sector de los videojuegos? Es el caso de Shadow of the Colossus, la obra maestra de Fumito Ueda lanzada en 2006 en Europa que acaba de ver la luz en PlayStation 4 para mostrar, si eso era posible, una mejor versión mejorada y recuerda los motivos que hicieron antaño grande a este título al salirse de los cánones establecidos.

El destino de una historia de amor

La historia de Shadow of the Colossus es la misma que mantuvo pegado al usuario delante de la pantalla doce años atrás con la obra maestra de Team ICO. Para quienes no la conozcan, el juego presenta a Wander cabalgando por diversos escenarios a su yegua Agro y portando el cadáver de su amada, Mono. El viaje le lleva a un templo de la conocida como Tierra Prohibida donde el protagonista negocia con el dios Dormin la resurrección de la muchacha. La deidad cumplirá el deseo solamente se consigue acabar con 16 Colosos que pueblan el basto escenario.

¿Qué son esos Colosos? ¿Por qué hay que acabar con ellos más allá de porque lo pide una deidad desconocida? Estas son preguntas que acompaña al jugador en todo el transcurso de la aventura. De hecho los interrogantes no solamente no se resuelven conforme avanza la historia sino que se van multiplicando. Cada vez que muere un Coloso, una especie de humo negro alcanza al protagonista, lo deja inconsciente y lo devuelve al templo donde Dormin indica cuál es el siguiente objetivo. Más allá del mundo creado por Fumito Ueda, la gran fuerza de Shadow of the Colossus radica en la forma de contar la historia. La estructura narrativa se concentra en dos cinemáticas –al comienzo y al final–, el resto el partida el jugador que no sabe el alcance de sus acciones hasta que se ve la última línea de crédito. Todas las respuestas se obtienen al final con un desenlace que es belleza en sí misma y un crimen destriparlo en estas líneas.

Pruebas gigantescas

La mecánica de juego es simple. Dormin nos marcará un objetivo y el jugador debe cabalgar hacia allí recorriendo el basto escenario y guiándose únicamente por el rayo de luz que surge de su espada. Es entonces cuando comienza la tarea titánica de vencer al Coloso, los cuales se presentan como un auténtico puzzle ya que hay que descubrir, primero, sus puntos débiles y, segundo, cómo llegar a ellos en unas criaturas gigantescas que se defienden de la amenaza que representamos.

La forma de derrotar a cada ejemplar es la misma que en la versión anterior, solamente ha cambiado la forma de mostrarlos. El cambio generacional ha traído consigo que se represente con mayor lujo de detalles elementos de la anatomía de los Colosos. Desde el pelaje ondeando al viento hasta las polvaredas que levantan con su movimiento hacen que el jugador tenga en todo momento la sensación de estarse enfrentando a una criatura viva. No hay movimientos mecánicos, los Colosos saben que somos un enemigo y no dudarán en acabar con Wander. La estrategia para vencerlos varía al igual que la diversidad: desde homínidos gigantescos hasta enormes aves pasando por kilométricas serpientes que surgen de la arena o del agua.

El inventario de Shadow of the Colossus sigue siendo limitado, simplemente un arco y una espada que habrá que usar sabiamente para poder escalar la anatomía del rival. Para ello a veces hay que servirse de las estructuras del entorno para ganar altura o hacer que el enemigo actúe de determinada forma para ponerse a nuestro alcance. La resistencia es un factor fundamental ya que no es ilimitada. Los Colosos se mueven continuamente y incluso se agitan para que caigamos y haya que empezar de nuevo todo el proceso. Por este motivo, hay que descansar en determinados puntos de su cuerpo para recuperarse del esfuerzo y proseguir el avance hasta el sello que marca la debilidad del enemigo. En ese punto la tarea es fácil: golpear con la espada para derrotarlo.

Explorando una tierra majestuosa

Horizon Zero Dawn o The Witcher 3: Wild Hunt son algunos de los ejemplos más recientes del boom que existe por los videojuegos de mundo abierto. Sin embargo, a diferencia de estos ejemplos donde hay multitud de personajes y misiones secundarias, en Shadow of the Colossus el jugador está sólo en un basto mundo. El escenario no hace sino recordar en todo momento la soledad que vive el personaje. No se interactúa con nadie salvo con nuestra fiel yegua para combatir a los Colosos. Es en la representación de la Tierra Prohibida donde puede verse realmente como ha evolucionado el juego de una versión a otra. El mundo contiene muchísimos más detalles tanto a nivel natural como en los elementos arquitectónicos dando un realismo inconmensurable al entorno. Desde bosques, donde también se aprecia el juego de luces que se cuela entre las ramas de los árboles, hasta entornos acuáticos como lagos -donde es obligatorio maravillarse ante el efecto del agua mientras se nada-, desiertos y montañas. Las ruinas que se encuentran por el camino son testigos del paso del tiempo, de recordar el hecho de estar en un mundo olvidado y ser insignificantes ante la inmensidad del escenario. Un trabajo de recreación que simplemente es digno de alabanza. A modo coleccionables, y para variar el hecho de ir de un Coloso a otro, existen tareas opcionales como encontrar santuarios, recoger fruta que aumentan la barra de vida, cazar lagartijas para hacer lo propio con la resistencia y, como novedad, unas misteriosas monedas dispersas por todo el escenario cuya finalidad aún son un misterio debido a que no se han podido hallar todas.

Modos extra y novedades

Más allá de cuestiones gráficas y visuales, el remake de Shadow of the Colossus para PlayStation 4 incluye nuevas opciones para poder disfrutar de esta obra maestra más aún si cabe. Por lo pronto se ha incorporado un detalle prácticamente fundamental en los juegos actuales: el Modo Foto. Ahora los usuarios pueden parar el juego en cualquier momento y captar sus imágenes favoritas aplicando incluso una amplia variedad de filtros y opciones de edición perfectas para poner a prueba la creatividad personal.

Podría decirse que acabar este videojuego no supone fin sino el comienzo de la aventura y es que al terminar los títulos de crédito se desbloquean opciones que no aparecían en la versión de PlayStation 2. Shadow of the Colossus ofrece una galería de arte cuyas imágenes se van desbloqueando conforme se van logrando hitos, los cuales se resumen en acabar con los Colosos en determinado modo de dificultad o Contrarreloj, el cual se explicará a continuación. Esta colección es digna de completar debido a que muestra en determinadas ilustraciones una comparativa del mismo lugar tanto en la versión original del juego como la actual para PlayStation 4. Es sin duda la mejor forma de comprobar cómo ha evolucionado el juego visualmente.

El citado Modo Contrarreloj es otra novedad en el que, como su nombre indica, Wander tendrá un corto margen de tiempo para acabar con los Colosos siendo este factor temporal una dificultad añadida pero con unas recompensas muy jugosas si se logra el objetivo, como es el caso de obtener máscaras, espadas y flechas que suponen mejoras de inventario para el personaje. Por su parte el Modo Espejo invierte todo, muestra el mundo al revés y todo lo que estaba a la derecha aparece a la izquierda y viceversa. Por último, la Nueva Partida + permite mantener todos los coleccionables y mejoras sin importar que se empiece la aventura desde el principio. Asimismo, los niveles de dificultad entre los que escoger antes de empezar a jugar se han incrementado al añadirse uno fácil en el que el protagonista inflige más daño y recibe menos, el normal que venía por defecto en PlayStation 2 y, por último, el difícil para el que busca un desafío a la hora de enfrentarse a los Colosos. Este último, a diferencia de la versión anterior está disponible desde el principio, antes había que esperar a completar el juego por primera vez para elegirlo. Todo esto alarga la vida de esta obra maestra cuya primera partida puede completarse en siete horas.

Conclusiones

Shadow of the Colossus para PlayStation 4 supone volver a jugar a una obra maestra atemporal de la historia de los videojuegos de la mejor forma posible gracias a la capacidad de la consola de Sony. Bluepoint Games se basa de la obra de Team ICO para hacer un remake excepcional en el que todo -historia, personajes y escenarios- está cuidado hasta el más mínimo detalle para ofrecer una aventura de fantasía que no solamente cumple las expectativas a las mil maravillas sino que toca en la fibra emocional desde su secuencia introductoria. Este juego es sin duda recomendable para todos, independientemente de si el jugador disfrutó o no de este título hace doce años, y un argumento de peso para definir a los videojuegos como forma de expresión artística.